Secciones
Servicios
Destacamos
Que lleve casi cuatro meses callado y sin conceder una entrevista a un medio de comunicación no ha evitado que hayan corrido ríos de tinta sobre Juan Cassá. Muy al contrario, las especulaciones sobre los motivos reales de su marcha del Ayuntamiento –donde sigue siendo ... la llave para la mayoría del PP– a Diputación, sobre su situación política en Ciudadanos o sobre su futuro a medio plazo lo han convertido en blanco de no pocos corrillos. Ahora, comenzado el curso en la institución provincial como portavoz de Cs y del equipo de cogobierno entre el PP y su partido, Cassá da un paso adelante y habla en exclusiva para SUR.
–Varios meses de silencio. ¿Por qué?
–Porque en la política hay muchas tensiones, se pueden llegar a ensuciar las cosas y creo que era mucho más positivo que en primer lugar se hiciera la investidura, segundo que Noelia Losada asumiera la función de portavoz en el Ayuntamiento y fuera la cara visible; y en tercer lugar porque la Diputación se constituyó muy tarde, tuvimos agosto por medio y ahora ha llegado septiembre y estoy sentado aquí hablando con usted.
–Habla de que se han ensuciado las cosas, ¿a qué se refiere?
–Pues a que normalmente las investiduras son complejas: hay presiones de todo tipo; no había un partido con mayoría y por lo tanto viendo esas tensiones pensé que lo mejor para mi ciudad y mi partido es que yo estuviera en un segundo plano.
–¿En qué medida ha notado esas «presiones de todo tipo»?
–La verdad es que estoy acostumbrado a tener presiones en política; más cuando hemos sido decisivos cuatro años. En general me refiero a llamadas de medios de comunicación o de colectivos tratando de influirte para que decantase la balanza a un lado o a otro. Eso es el pan de cada día, pero insisto en que pensé que era mejor que yo pasara a un segundo plano.
–Pero ha sido muy llamativo ese paso atrás, ¿es consciente de lo que ha generado ese silencio y las interpretaciones que se han hecho de él?
–Antes era el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, por lo tanto mi obligación era atender a todos los medios que se me acercaban por el foco mediático que teníamos. Una vez que ha pasado la investidura todos mis esfuerzos están en Diputación y en mi trabajo en Diputación.
–Pero con esa actitud le da la razón a los que defienden que las relaciones con su partido son nefastas
–No.
–¿Puede desarrollar la respuesta?
–No.
–¿No son malas sus relaciones con su partido en Málaga?
–Eso es totalmente falso. Todo lo que ha pasado ha sido de acuerdo con el partido; y ha habido muchas propuestas mías, una de ellas que Noelia Losada fuera de número 2 en la lista electoral y que actualmente sea la portavoz del grupo municipal.
–¿De verdad que la decisión de no repetir como portavoz fue a iniciativa propia y no por el partido?
–Sí, creo que había cumplido una etapa en el Ayuntamiento y me apetecía hacer un cambio. Eso tampoco es novedoso porque yo se lo comuniqué a Cs hace un año y pienso que puedo seguir aportando a la política desde lo provincial. Creo que eso es beneficioso para ambos: para mí y para el partido.
–¿Y desde el punto de vista orgánico, cuál es su situación exacta en Ciudadanos Málaga?
–Soy miembro del Consejo General, máximo órgano de Ciudadanos; soy miembro del Comité Autonómico y del Provincial; soy el portavoz de Ciudadanos en la Diputación y soy el portavoz del cogobierno (entre Cs y PP).
–Le preguntaba por su capacidad real de movimiento y de influencia dentro del partido...
–El partido me ha encomendado que haga la expansión de Ciudadanos en la provincia de Málaga para hacerlo aún más grande; teniendo en cuenta que Málaga es la segunda ciudad en importancia para el partido por detrás de Madrid.
–Resuélvame una duda, ¿por qué se ha quitado la referencia a Ciudadanos de sus redes sociales?
–Porque voy cambiando los textos de mis redes. No había caído en eso.
–Es llamativo. Antes lo tenía
–Nunca he sido de poner iconos y naranjitas en mi bio. No hay ninguna razón concreta.
–Dígame la verdad, ¿cómo ha llevado ser el protagonista de muchos corrillos?
–Estoy muy acostumbrado. Desde que he entrado en política, para bien o para mal, soy una persona que destaca y que no pasa desapercibido. Me pasa en la vida, en general: no suelo dejar a nadie indiferente.
–Es portavoz del equipo de cogobierno de la Diputación pero sin cartera, es decir, sin responsabilidad de gestión. Es algo inédito en la institución
–No sé si es inédito, pero el objetivo del partido y el mío era ser la cara visible a nivel provincial; y además porque soy el que va 'vender' las excelencias de la Diputación y no sólo en un área en concreto... Si yo hubiera estado a cargo de un área no podría hacer la visualización de toda la institución.
–Pero parece muy desequilibrado el juego de fuerzas con su compañero Juan Carlos Maldonado, que es vicepresidente y tiene tres áreas de bastante peso...
–Todo lo que ha sucedido ha sido lo que yo he querido. Todo.
–Es decir, me está diciendo que todo esto forma parte de una estrategia medida...
–Es parte de un acuerdo con mis compañeros del partido sobre el lugar en el que creía que podía aportar más.
–¿Cuáles son sus retos al frente de esa nueva labor en Diputación?
–Primero conocer a fondo la provincia, que es lo que hice en Málaga: conocerla calle a calle. Y luego impulsando medidas que me preocupan mucho, sobre todo en lo que se refiere a la despoblación rural o a las políticas relacionadas con el medio ambiente. También seré el encargado de negociar internamente el presupuesto para el año 2020.
–¿Cómo se lleva con Maldonado?
–Muy bien. Yo me empeñé en que fuera mi compañero en Diputación.
–¿Y con el equipo de compañeros que ha dejado en el Ayuntamiento?
–También bien; tenga en cuenta que el equipo es el mismo que yo organicé hace cuatro años. Y con respecto a las políticas (municipales), me siento muy feliz de ver que el grupo sigue impulsando las medidas que yo ya había puesto en la anterior legislatura, como la Alcazaba o derrumbar el Astoria.
–Perdone que le insista, ¿pero cuánto hay de voluntario y cuánto de impuesto entre esa realidad del Cassá concejal hiperactivo al Cassá de hoy, en un segundo plano?
–Pero es que no hay diferencia entre ambos. La diferencia es que ahora la circunscripción es otra. Y a lo mejor ahora el interés de los medios de comunicación no está en que yo me vaya, por ejemplo, a Totalán. Pero estoy viajando todo el tiempo y solucionando trabajo interno, que es extraordinario.
–Las malas lenguas le acusan de no querer trabajar
–Mire, yo ya estoy acostumbrado a las críticas negativas de ciertos sectores que ven en mí un peligro para las siglas de su partido político. Le recuerdo que he sido el hostigador del populismo de esta ciudad; y que lo que no hizo Francisco de la Torre lo hice yo: yo me enfrenté a la Casa Invisible, a la municipalización de Limasa y a las políticas cercanas al populismo que se quería instaurar en la ciudad.
–¿En algún momento le pidió su partido que dimitiera?
–Jamás.
–¿Ni siquiera después de los resultados de las últimas municipales?
–Nadie me ha pedido que yo dimita. Jamás.
–¿Cómo ve el acuerdo municipal entre el PP y Cs?
–Bien. Tampoco tengo mucho que decir porque no he llevado esa negociación. El partido a nivel nacional designó a personas que no eran cargos institucionales para cerrar los acuerdos, y creo que eso fue un acierto en relación a la vez anterior, donde no estábamos preparados para encarar esas negociaciones.
–¿Por qué no ha sido de nuevo el portavoz municipal?
–Porque no quise. Al día siguiente de las elecciones reuní a los seis primeros candidatos de la lista y les comuniqué que creía que la mejor opción para Málaga y para el partido era que Noelia Losada fuera la portavoz. Les puede preguntar usted a los seis.
–¿Hasta dónde cree que le pesó el haber apostado casi su prestigio personal al hecho de que Francisco Pomares no fuera en las listas municipales del PP?
–No creo que me haya pesado. Se hacen lecturas muy simplistas de los resultados electorales.
–No hablo de resultados electorales. Hablo de que era una de sus líneas rojas para que el alcalde no fuera investido
–Yo siempre he seguido las directrices del partido en esta materia. Yo he dicho lo que me ha dicho el partido que diga.
–Pero no le veo a usted en ese tema asumiendo lo que el partido le diga...
–Creo que la gente no me conoce. Soy mucho más disciplinado que lo que la gente se piensa. Soy una persona de partido, un partido que por cierto he fundado yo en la provincia de Málaga; y junto con Juan Marín y Luis Salvador lo montamos en Andalucía. Fíjese si no quiero yo a Ciudadanos.
–Luis Salvador que, por cierto, ha conseguido ser alcalde de Granada. ¿No contempla con cierta pena haber renunciado a eso en el caso de Málaga?
–A mí me hubiera encantado ser alcalde de Málaga, por supuesto que sí.
–¿Lo descarta?
–(Silencio). No, en la vida nunca hay que descartar nada. No hay nada más bonito para un político que poder ser el alcalde de la ciudad en la que vives.
–¿Cuándo fue la última vez que habló con el alcalde?
–En la investidura.
–¿Cómo es su relación con él?
–No hay relación. Es que no nos vemos. Hemos llegado a intercambiar mensajes, pero eso queda en la intimidad para él y para mí.
–Es el edil 16, el que puede decantar los equilibrios si se llegara a plantear una moción de censura en el Ayuntamiento. Tiene de nuevo la sartén por el mango...
–Disculpe, pero también está Noelia Losada.
–Sí, pero ella está en el cogobierno y yo le pregunto a usted. ¿Bajo qué condiciones se la llegaría a plantear?
–A día de hoy no me la planteo.
–¿No tiene ninguna línea roja, como sí la tenía en la pasada legislatura?
–Yo no tengo líneas rojas. Seguiré las directrices del partido. Si usted me pregunta si va a haber una moción de censura a Francisco de la Torre, no tengo la bolita mágica para saberlo. Cuando lleguemos al río cruzaremos el puente.
–¿Entonces por el momento habrá estabilidad, va bien el pacto?
–Eso se lo tendría que preguntar a Noelia Losada.
–Pero usted seguirá la política municipal. Forma parte del salón de plenos...
–La sigo. Sí.
–¿Guarda buen recuerdo de su etapa en el Ayuntamiento?
–Sí. Mi relación es cordial con todos los que se quieran llevar bien conmigo. Y yo me llevo bien con todos.
–Insiste en que su paso por la política es temporal. ¿Estos cuatro años serán suficientes?
–Ya veremos. Quedan cuatro años por delante y en política nunca se sabe. Estos cuatro años me los tomo para conocer, aprender y aportar; y para ver a todos los alcaldes y alcaldesas de la provincia independientemente del partido al que representen.
–¿Cree que la política es decepcionante?
–Es que muchas veces la gente te ve como lo que no eres, y eso a mí me pasa mucho.
–¿Qué es lo que más le molesta de esa visión, según usted, distorsionada?
–Que metan a mi familia en medio de esto. Y las acusaciones falsas y graves. A mí me han llegado a decir que soy un corrupto o que tengo acciones en Limasa. Hay gente que piensa que por ser político tienes que ser un sinvergüenza y que andas robando; y nada más alejado de la realidad.
–¿Qué espera de las elecciones del 10N?
–Lo mejor para mi partido.
–¿Cree que tendrán un buen resultado?
–Ojalá que sí.
–¿Pero no cree que Albert Rivera se equivocó al proponer tan tarde esa solución de emergencia para llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez?
–Es una decisión estratégica que ha tomado el partido y yo confío en el partido. Ojalá que nos salga bien.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.