Bodas en la Catedral de Málaga tras la lluvia

«Al principio nos sorprendió, sobre todo, por la incertidumbre que nos creaba. Nos dijeron que se había caído cascotes y que con el riego de lluvia que había se iba a clausurar la iglesia del Sagrario, que era donde íbamos a casarnos. Sin embargo, después decidieron que la boda se iba a celebrar en la Catedral», reconocía Miguel Galán Martínez mientras esperaba a la novia y futura mujer, Cristina Jurado Ledesma.

«En cuanto nos enteramos de que la boda iba a ser en la Catedral sentimos una enorme alegría, porque es un inmenso privilegio y porque sabemos la importancia que tiene, ya que hace 30 años que no se oficiaba ninguna ceremonia de este tipo en el altar mayor de la Santa Iglesia Catedral», señaló Galán.

Para Miguel y Cristina, el cambio de recinto religioso no les supuso ningún inconveniente. «Son dos templos muy cercanos y muchos invitados se habían enterado de inmediato», dijo el novio.

Nos obstante, todavía ayer algunos amigos de la pareja se sorprendían al enterarse de que la boda era en la Catedral y no en el Sagrario. «Esto es el mejor regalo que le han podido hacer. Somos amigos íntimos de la pareja y estamos convencidos de que deben estar locos de contento por ello», decían algunos. No en balde, el novio calificó de «privilegio de reyes» casarse en la Santa Basílica.

Aunque la clausura de la iglesia del Sagrario se había anunciado a la pareja el día anterior debido al desprendimiento de cascotes, las fuertes lluvias caídas durante la madrugada en la capital agravaron los desperfectos que presenta el templo, situado junto a la Catedral.

El cierre de la iglesia del Sagrario, que se mantendrá hasta nueva orden, se ha debido a la caída de cascotes y ha sido decidido por los responsables del Cabildo de la Catedral.

Los desprendimientos se produjeron desde la grieta que desde hace años cruza la iglesia por la mitad y que recientes estudios y análisis han atribuido a deficiencias en la cimentación de esta construcción del siglo XVIII.