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cristina pinto
Viernes, 27 de noviembre 2020, 15:44
Ya en la mañana del jueves se podía escuchar en las tiendas: «Ah, ¿pero ya es el ‘Black Friday’?». Y es que si cada vez este día de rebajas se iba ampliando más, este año ha sido casi «el mes del ‘Black Friday’». Pero, el viernes 27 de noviembre, fue la fecha oficial. Desde las nueve de la mañana el 20%, el 30% e incluso el 50% en algunas ocasiones eran los protagonistas en los comercios de Málaga. Algunos madrugadores después de llevar a los niños al colegio o aprovechando el paseo mañanero con los amigos, ya se veían por los centros comerciales de la ciudad. Como Ana Velasco, Ana Marín y Ana Gámez, que empezaban el viernes por las galerías del Centro Comercial Larios «con los buenos descuentos de Navidad».
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El horario comercial con el que ya lleva Andalucía (a las 18.00 horas) varias semanas hizo que la mañana del ‘Black Friday’ estuviese muy concurrida. Antonio Quesada e Isaac Martín no dudaron en madrugar para evitar aglomeraciones y tener las gangas que habían visto previamente por las páginas web: «Estamos contentos, hemos encontrado unos descuentos de muerte: llevo sudaderas, vaqueros, botas...», explicaba Antonio algunas de las prendas que llevaba entre todas sus bolsas. «Por las tardes no hay nadie en la calle, yo lo intento hacer todo por la mañana», comentaba María Revidiego mientras miraba algunos jerséis junto a su marido.
A media mañana el sonido de colgar las perchas comenzaba a ser notable en el ambiente del ‘Black Friday’. Eran apenas las 11 y el control del nivel de ocupación de Zara, la gran marca de Amancio Ortega marcaba el 51% del aforo en el centro comercial. Las colas eran más largas que nunca –por eso de la distancia de seguridad–, los trabajadores no paraban de colocar ropa y más ropa y atender las dudas, además de la entrega de los pedidos ‘online’. Aunque los había como Inmaculada Rivero «que iban a tiro fijo». Con doble mascarilla y en la sección de pantalones de ‘El Corte Inglés’, mientras esperaba en la cola para pagar, esta malagueña comentaba: «Me he escapado un momentillo, pero vaya... Tenemos que dar prioridad a la salud antes que a la economía».
Parecía que las compras ‘online’ y los días previos de descuentos podrían frenar la afluencia de las compras en el ‘viernes negro’. Pero algunos malagueños, además de comprar por Internet, paseaban por las tiendas, que nunca será lo mismo que a través de la pantalla. «Yo es que todavía no me acostumbro a comprar en la web y mira que me lo dicen mis niños», expresaba Teresa Moreno. «En tiendas hay muchas veces cosas que no encuentro en la web», destacaba Tina Domínguez.
Sin duda fue una mañana de lo más concurrida por las calles del centro de Málaga y los centros comerciales en la que algunos de los transeúntes incluso se asombraron porque no esperaban tanto ambiente. Y al llegar la tarde, los del turno de mañana comían y aprovechaban las pocas horas hasta el cierre de las 18.00 horas. Eso le pasó a Elena Muñoz: «Con el trabajo no podía venir a otra hora. En cuanto he comido he venido para estar este ratito, ya mismo nos cierran», explicaba cuando el reloj rozaba las 17.30 horas.
Pero el ‘Black Friday’ tiene dos caras: las grandes marcas y franquicias por un lado y los pequeños comercios al otro. Estos últimos, en su mayoría aseguraron «estar cansados de no tener ni ayudas ni ventas». Antonio López tiene su pequeña tienda de confianza en la calle Mármoles y en este viernes no ha dudado en ir allí a aportar su granito de arena: «Me he comprado un pijama y una mantita para el sillón. Ese hombre siempre me trata muy bien y me lo ha dejado en diez euros. Pero esto es muy complicado...», argumentaba mientras esperaba con sus bolsas a cruzar el semáforo en la Alameda Principal. O como Inma Rubio, dependienta de ‘Elisa’ en calle Nueva, que aseguraba que las grandes superficies y los pedidos ‘online’ «hacen mucho daño al pequeño comercio». «Allí van en masa y aquí es como el ‘chorreíllo’ que va quedando», apuntó la trabajadora.
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Para finalizar este ‘Black Friday’ pandémico estaba la guinda del pastel: el alumbrado de la calle Larios. Algo que pilló por sorpresa a algunos y otros que ya aprovecharon e hicieron las compras por la tarde para no perderse las luces de este 2020. Sofía Mena y Elena Braojos así lo confirmaban: «Hemos aprovechado para sacar unas fotos con el alumbrado». Acabó así un ‘viernes negro’ muy diferente y, sin duda, de los más cortos que se recordarán, aunque con un poco de luz y algunos descuentos que siguen el fin de semana.
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