

Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando volvió de sus vacaciones de Navidad, el pasado 7 de enero y en pleno pico de la sexta ola de Covid, ya lo avisó en su perfil de Facebook: «Me sumerjo en la sexta ola. Crecen los ingresos pero no os preocupéis, tenemos menos fallecidos que en otras olas. Mientras no nos toque a nosotros, ¿verdad? Por cierto, voy a poner de nuevo la campaña de Enfermera Cartera, una carta para llenar los vacíos y los miedos de los pacientes».
La Enfermera Cartera es Belén Navarrete, una enfermera que lleva 25 años trabajando con pacientes infecciosos en el Hospital Regional y cuya planta hospitalaria cambió de uso en febrero de 2020, justo cuando empezó la pandemia, para atender a enfermos Covid. Aún no ha vuelto la normalidad a esa quinta planta ni a la vida de Belén y sus compañeros, «porque de nuevo en el hospital están las cosas complicadas». «Hay menos muertes, los pacientes se van antes y se recuperan mejor, pero sigue habiendo muchos ingresos», lamenta Belén, que añade a esas dificultades otro daño colateral que sigue siendo el mismo desde hace casi dos años: la soledad de los pacientes ingresados por Covid.
«Siguen teniendo miedo, muchas preguntas... Ya no quieren ver la televisión por las noticias de la pandemia, de la incidencia, de las vacunas. Y necesitan ánimo y confiar en nosotros», añade esta enfermera que ese mismo mes de febrero de 2020, con los primeros ingresos por aquello que aún no se conocía, decidió poner en marcha un buzón de cartas vía email para esos enfermos que pasaban las horas ahogados en la incertidumbre. Desde entonces, ella y sus compañeros han repartido unas 8.500 cartas que abrazan en la distancia y que curan un dolor para el que no hay pastillas.
Desde verano, sin embargo, esas cartas han dejado de llegar. «Y siguen siendo muy necesarias», confirma Belén, apurando aún el reparto del escaso puñado de 'christmas' que llegaron por Navidad y que »le devuelven la ilusión a los pacientes«. La enfermera cartera no habla de cifras de ingresos -»en Andalucía la cosa en los hospitales no está tan mal como en otras comunidades pero sigue habiendo muchos«, dice- pero sí del efecto balsámico que un »todo irá bien« tiene en un paciente que lucha contra el Covid.
Con las primeras cartas llegaron los arcoíris, esos mismos «todo irá bien» y el «saldremos más fuertes», pero la fatiga pandémica parece haberse instalado también en los ciudadanos anónimos que antes llenaban el buzón de su mail. «La primera avalancha de cartas duró hasta el verano de 2020, llegamos a repartir unas 3.000; pero cuando terminó la tercera ola me encontré con el mismo problema que ahora. Teníamos más pacientes que cartas», explica. El segundo llamamiento animó a muchos hasta superar la cota de las 8.000. Ahora sigue habiendo más pacientes que cartas.
Que el Covid no entiende de edades ni perfiles se ve también en la diversidad de receptores de esas cartas: «Hay gente de todas las edades, pero muchos de ellos siguen siendo mayores solos o personas que no tienen contacto con sus familias a los que se les ilumina la cara cuando reciben una carta anónima dando ánimos». «¿Sabes qué? -sigue Belén- Que sentirte querido por alguien que no conoces es muy importante. La gente no imagina el bien que hace esto».
Al otro lado también hay todo tipo de perfiles. Entre los que cogen un boli o se ponen frente al teclado hay niños de tres años que pintan arcoíris, soles y estrellas, pero también ancianos de residencias que saben por experiencia que las palabras dan compañía y abrazan. También alumnos de colegios de Málaga que han asumido la escritura de este tipo de cartas como una herramienta casi tan importante como las matemáticas o la historia, o mayores de las aulas universitarias que en sus talleres de literatura escriben cartas. También ciudadanos anónimos de hasta fuera de España (han llegado cartas de México) e incluso pacientes que en su día recibieron el ánimo a través de una carta y que hoy, ya recuperados, quieren trasladar la misma esperanza que un día recibieron. Ahí está el caso de Borja, un joven de 23 años que fue uno de los primeros enfermos Covid que ingresó en el Regional, en febrero de 2020, y que hoy le escribe a los que pasan por lo mismo que él: «Quiero que sepas que de esto se sale, que más pronto que tarde vuelves a casa y que estás en manos del personal de Carlos Haya, que es excelente (...) Todos hacen que fuera de tu casa te sientas lo más a gusto posible con bromas, risas y su gran dedicación. Espero que te sirva de ayuda escuchar un caso que ha pasado por eso y que ya está en casita. Pronto lo estarás tú. Aguanta, muchísima fuerza y ánimo», concluye Borja.
También Wafa, de 12 años, que siente que «lo más grande que te puedo dar es mi apoyo. Yo estoy de tu parte, resiste, aguanta, lucha; sé valiente por mí y por toda tu familia». O Daniela, en 3º de la ESO en un instituto de Mijas: «Seguro que eres una persona fuerte. Todos tenemos en nuestro interior la fuerza de un gran animal como puede ser la de un oso y es en esta ocasión cuando hay que sacarla. Agradezco poder mandarle una palabra de ánimo y sobre todo fuerza para que se recupere...».
«Los testimonios son muy emocionantes», admite Belén, que ya no reprime la emoción cuando ve que las cartas hacen tanto bien como los sueros y los tratamientos. «El fin de todas las cartas es quitar el miedo», añade la enfermera, que no se equivocó cuando después de las vacaciones navideñas supo que se enfrentaba a otro momento duro de pandemia: «Ahora estamos con los resultados de los encuentros de las fiestas. Y ya no te hablo de mi wasap, que está colapsado con dudas y pruebas diagnósticas de amigos y conocidos que no saben si están infectados». Y añade: «En los hospitales estamos muy cansados, vemos una realidad que parece que no se tiene en cuenta en la calle. Y es normal que nos sintamos así porque vemos mucha imprudencia», zanja Belén, como cada día frente a su ordenador esperando esas cartas de ánimo a sus pacientes.
***Las cartas o dibujos se pueden enviar al mail: mariab.cartas.hregional@gmail.com
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.