El Plastic Odyssey hace escala en el Muelle Uno: «De camino a Málaga hemos visto un frigorífico tirado en alta mar»

Navegando de Túnez a Málaga, Morgane Kerdoncuff avista algo en el mar que le llama la atención. A lo lejos, una estructura alargada le hace coger los prismáticos y fijar la mirada: «¡Había un frigorífico tirado en alta mar! ¿Cómo ha podido llegar ahí? No tengo ni idea». Morgane es una joven tripulante del Plastic Odyssey, el barco de los plásticos que ha arribado este sábado a Málaga y cuyo objetivo es concienciar a la población para evitar atrocidades como la del ejemplo anterior.

La embarcación permanecerá tres días amarrada en el Muelle Uno antes de recorrer los mares de medio mundo durante un periodo de tres años. Hace unas semanas partió de Marsella, su puerto base, y permanecerá tres años navegando por todo el planeta para alertar de la cantidad de plásticos que hay en los mares y concienciar sobre la importancia del reciclaje.

A bordo del Plastic Odyssey navegan una veintena de personas, nueve miembros de la tripulación y el resto técnicos e investigadores. De hecho, a bordo llevan una pequeña planta de reciclaje compuesta por seis máquinas que permite ir reciclando todo lo que se encuentran durante la travesía. Aunque ellos no se encargan de limpiar los mares, en cada escala suelen hacer una limpieza de las playas como actividad colaborativa.

«Si utilizamos la tecnología para reciclar plástico, no solo lograremos que la contaminación desaparezca sino que se crearán miles de puestos de trabajo». La frase es de Simon Bernard, CEO y cofundador del buque, pero resuena como un mantra entre toda la tripulación de la expedición. De hecho, todas las máquinas de reciclaje que hay en el boque son de patente libre y fáciles de fabricar para facilitar a los ciudadanos de todos los países que las creen y creen economía en sus diferentes comunidades.

La visita a Málaga sólo responde a una parada técnica y por eso estarán tres días; mientras que en las programadas permanecerán tres semanas. Tras abandonar el puerto de la capital arribarán en Tánger (Marruecos), donde sí pretenden aumentar la concienciación de la población. Allí realizarán conferencias, mantendrán encuentros de trabajo y recibirán a diferentes autoridades. Las siguientes paradas serán Senegal, Guinea y Cabo Verde. «En Málaga no es necesario porque ya hay una política de reciclaje muy buena», reseña Morgane Kerdoncuff.

¿Y qué más cosas se suelen encontrar en el mar? Aunque apenas acaban de iniciar la expedición, esta tripulante encargada de gestionar las visitas y los encuentros con empresarios, gobiernos y colectivos, detalla que hay fundamentalmente bolsas de plástico y piezas de aparatos eléctricos que han sido mal reciclados. «Cada minuto, 20 toneladas de plástico acaban en el océano, y cada semana nos tragamos un promedio de cinco gramos de este plástico», alertan.

Según la planificación inicial, el Plastic Odyssey recorrerá el Mediterráneo durante los próximos tres meses y posteriormente pasará por el oeste de África, Latinoamérica, el Pacífico y el este de África antes de regresar a Marsella. En total hará escala en 30 puertos. Su objetivo final es que antes de 2025 se puedan fabricar a gran escala centros de reciclaje en contenedores e industrias.

La misión del buque se basa en tres pilares: promover una cultura del reciclaje, identificar las oportunidades que hay para fabricar maquinaria de bajo coste y, finalmente, desarrollar modelos económicos de emprendimiento social que permitan crear valor y puestos de trabajo mientras se limpia el medio ambiente.

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