Una vez más, el temporal marítimo se ha cebado con el balneario de los Baños del Carmen. Emma, con olas de tres metros y vientos de suroeste de fuerza siete, según el aviso de Aemet, ha anegado la terraza y el salón, donde la estampa era esta mañana desoladora, con las mesas montadas para recibir a los comensales, sobre una lámina de agua.
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Lo peor es que se teme que la situación de inestabilidad en el litoral se prolongue. “Así estamos hoy y no se cuantos días más, y las administraciones pasando olímpicamente”, afirma José Luis Ramos, uno de los socios del restaurante. “Esto va minando cada día más el edificio y las consecuencias pueden ser nefastas”.
El balneario es el lugar más vulnerable a los temporales del invierno, y las olas provocan numerosos daños en las instalaciones en cada episodio de este tipo, ante la falta de espigones que lo defiendan. Hay que recordar que el edificio tiene un grado de protección máxima, como Bien de Interés Cultural (BIC).
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