Unidas Podemos presentará una iniciativa en el Parlamento Andaluz para que Madrid deje de llamar a una calle Crucero Baleares

La moción del PSOE y Unidas Podemos en septiembre en la comisión de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga pretendía que el alcalde de la ciudad tomara cartas en el asunto y le pidiera a su homólogo el regidor de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que no volviera a rotular una calle de la capital con el nombre 'Crucero Baleares', el buque que bombardeó a la población civil durante la huida de Málaga en febrero del 37. No tuvieron éxito por los votos en contra del PP, de Ciudadanos y el edil no adscrito Juan Cassá, que se posicionaron en contra alegando que el alcalde de Madrid cumplía una sentencia en segunda instancia.

Estos días se ha hecho realidad la 'vuelta' del Crucero Baleares al callejero madrileño, en concreto a la zona del Puente de Vallecas, lo que ha levantado las críticas del PSOE de Málaga y su secretario provincial y portavoz municipal, Dani Pérez; a las que hoy se ha sumado el parlamentario andaluz por Unidas Podemos y coordinador provincial de Izquierda Unida Málaga, Guzmán Ahumada, quien ha manifestado que es «una ofensa intolerable a los familiares de las víctimas, a la memoria democrática y a la provincia de Málaga» y ha anunciado una iniciativa en el Parlamento Andaluz, una proposición No de Ley (PNL) en defensa de la memoria histórica andaluza con el objetivo de reclamar la retirada de la denominación de una calle de Madrid con el nombre 'Crucero Baleares',

Ahumada está empeñado en que la PNL «repruebe la restitución de la denominación franquista de esta vía en el Puente de Vallecas, »ya que el crucero Baleares es un buque asesino que causó miles de víctimas inocentes entre la población civil que huía por la carretera de Almería para salvar su vida. No es tolerable que se designe con ese nombre abominable a una calle, por eso pedimos el respaldo institucional de la cámara andaluza para reclamar al Ayuntamiento de Madrid su retirada de forma inmediata». Entiende Guzmán Ahumada que es una oportunidad para que Martínez-Almeida rectifique y deje de atacar la memoria democrática y de «hacer apología del franquismo».