Barroso, Wilson y Villalba, este martes en el montaje del Belén. P. R. Q.
La Casona del Parque

El Ayuntamiento de Málaga se viste de Navidad: ¿Qué novedad playera trae el belén?

Entre tanta política, el técnico de Fiestas, Fernando Wilson, tiene la capacidad de imbuir la Casona en la esencia de la Navidad. En esta ocasión un chiringuito será lo más top del nacimiento

Miércoles, 27 de noviembre 2024, 00:02

La Navidad y los buenos sentimientos. Paz y amor, que falta nos hace. Todos andan corre que te corre en la Casona, en este caso no excesivamente preocupados por el pleno de este jueves, ya que es un 'restyling' de la sesión del pasado mes ... de octubre, cuando casi se suspendió (a excepción de los asuntos de trámite) a cuenta del luto por los fallecidos en la dramática DANA de Valencia. Habrá apenas dos cambios en las mociones urgentes, que hoy expondrán los grupos municipales.

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Mientras tanto, ajeno a los partidos y a los dimes y diretes, hay un soniquete que llega incesante desde el patio de Banderas. En la puerta, el cartel de prohibido el paso a toda persona ajena al montaje. Las buenas costumbres es lo que tienen, que se vuelven cotidianas y aparecen cada año, por suerte, como amanece cada día.

Pero por ser costumbre también ocurre que no se les presta la atención que debieran. Detrás del ruidillo de carpintería, del movimiento de corcho del Valle del Genal, de trasiego de figuras de Arte Cristiano de Olot, ordenadas para ser colocadas, está una de las personas más creativas del Ayuntamiento de Málaga, el técnico de Fiestas, Fernando Wilson, con un estupendo equipo como son Christian Barroso, Luis Villalba, Cristóbal García y Romero de Jesús Gómez.

Las figuritas ordenadas para ser colocadas estos días. P. R. Q.

Como los buenos artistas, cada año hace por innovar en su obra, aunque siempre tenga el origen de la Navidad. Este año, el belén del patio de Banderas incorporará el establecimiento por antonomasia del litoral malagueño: el merendero, como lo llamaban en el siglo pasado, y el chiringuito si nos ceñimos a la época más actual.

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Con telas especiales para las mesas, y cartas donde situar el precio de los espetos o de la ración de manojitos de boquerones, calamaritos y conchas finas de Málaga, que habrá que ver si son económicas o se suben a la parra estando como está el establecimiento playero al lado del Imperio Romano y del palacio del César. Cuando lo abran al público, los villancicos serán la música de acompañamiento, pero bien saben los más jóvenes que en los chiringuitos hoy día sólo se oye reguetón para disgusto de lo más viejunos. Esta vez se hará una buena excepción.

Con las montañas aún sin remontar, y los mares y las escenas de agua que se ven desde todas las ópticas, pero aún sin agua, Wilson se va al principio para decir que si el belén fuese una pieza musical, la obertura sería la Cabalgata de los Reyes Magos de Oriente atravesando las tierras lejanas, mientras que desde uno los balcones de Belén (la aldea), la cronista de la época, que Wilson ha decidido que es una mujer, cuenta el romance entre un carpintero joven, José, y María. «Porque en todas las buenas historias debe haber amor», que afirma solemne mientras sus compañeros se ríen y subrayan que no se aburren con él en los días de montaje pese a que van corre que te corre. ¿Se imaginan la narración del belén hecha por Wilson en vez del hilo musical? El relato es sólo uno, pero la forma de contarlo valdría su peso en oro.

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