El Ayuntamiento de Málaga instalará un centenar de cámaras de lectura automática de matrículas para vetar los vehículos contaminantes del Centro y de los barrios adyacentes. Se trata de una actuación que forma parte del llamado Plan del Clima de Málaga, que se aprobó en ... el año 2020, y que persigue, entre otras, la implantación de zonas de bajas emisiones contaminantes. Este viernes se ha dado un paso importante. La junta de gobierno local ha aprobado el presupuesto de licitación del proyecto para la instalación de las mencionadas cámaras por un valor de cinco millones de euros y con un plazo de ejecución fijado para 2023.
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En el comunicado facilitado por el Ayuntamiento, se especifica que «se ha dado luz verde al expediente de contratación por procedimiento abierto del proyecto de instalación, implantación y puesta en marcha de un sistema integral para el control y gestión de accesos a la zona de baja emisiones de la ciudad». Una actuación que se engloba en el marco del plan de recuperación a través de los fondos Next Generation de la Unión Europea.
La delimitación contemplada, en un principio, alcanza una envolvente total de 437 hectáreas en la que quedan englobados no solo en la 'almendra' del casco antiguo, sino también toda la zona de La Malagueta y el Monte Sancha, el barrio de la Victoria, El Ejido, Capuchinos, Segalerva, la Trinidad, el Perchel y la zona de la avenida de Andalucía.
El método ideado para impedir que los vehículos no accedan a esa zona en función del nivel de contaminación que provocan es el de un sistema de lectura de matrículas que estaría conectado con el centro de control de tráfico del Ayuntamiento y que podría llegar a abarcar 53 localizaciones con un total de 104 cámaras, una por cada carril de circulación de entrada y salida desde esta zona blindada. Eso sí, el Ayuntamiento podrá determinar si establece permisos especiales para vehículos de servicios públicos, residentes, puntos de atracción concretos como equipamientos o comercios, y también para usuarios de aparcamientos públicos y privados.
La regulación del acceso de los vehículos a la zona se iría aplicando de manera progresiva. Así, el estudio prevé una primera etapa de desarrollo de cinco años, para 2025 ó 2026 aproximadamente, en la que se permitiría el acceso a los vehículos con distintivo medioambiental Cero, ECO, C y B, por lo que estaría prohibido el acceso a los vehículos sin ese distintivo. Estima que eso provocaría reducir en un 10% el tráfico que recorre la zona. No obstante, habría excepciones para vehículos de residentes y autorizados.
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