El grave accidente de un avión ejecutivo que salió desde el Aeropuerto de Jerez ayer, y que se estrelló finalmente en el mar Báltico, ha hecho que los aficionados del mundo de la aviación estén hoy más pendientes que nunca a posibles incidencias.
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Así es como se ha conocido que esta tarde, un Airbus A-320 de la compañía Vueling, que viajaba desde Málaga a Bruselas, se ha visto obligado a dar media vuelta cuando se encontraba a la altura de Bailén (Jaén), esto es, poco después de despegar.
Fuentes de la torre de control de Málaga informan a SUR.es que el piloto ha observado una indicación de algún posible problema en la puerta, por lo que ha retornado al Aeropuerto. En realidad, no se ha producido ningún fallo real, que podía haber causado una despresurización, sino sólo la indicación.
Antes de poder tomar tierra, la aeronave se ha mantenido a nivel de vuelo de 10.000 pies, en el entorno de Antequera, para quemar el suficiente combustible como para poder aterrizar sin peligro, y finalmente este se ha producido sin novedad.
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