Contra todo pronóstico, el Covid-19 no ha supuesto un hándicap para las autoescuelas de Málaga, que han aumentado su número de matriculados entre un 20 y un 30 por ciento desde el pasado mayo, mes en que se inició el desconfinamiento. En la ... actualidad, unas 30.000 personas están registradas en alguno de los 300 centros de la provincia. «Ha habido mucha afluencia en estos últimos seis meses, algo que no esperábamos», confiesa Antonio Martín, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Málaga (APAE). Asegura que desde que volvieron a abrir, se han aplicado con «estricta rigurosidad» los protocolos para minimizar los posibles contagios y tanto las clases teóricas como las prácticas se están impartiendo con «absoluta normalidad». Estas medidas han proporcionado la confianza necesaria para que la pandemia no haya desanimado a quienes tenían pensado sacarse el carné de conducir. Aunque no solo eso, ha habido otras circunstancias inherentes a la situación actual.
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Según el informe de movilidad elaborado por la consultora Torres y Carrera, el uso del transporte público se asocia con focos de contagio. Además, el uso del taxi y de VTC (vehículos con conductor) han caído en España un 37 y un 46 por ciento, respectivamente. Este temor a compartir los desplazamientos con otras personas ha podido ser uno de los factores que ha empujado a muchas personas a sacarse el carné con intención de viajar en vehículo propio, pero también ha animado a otras muchas que lo obtuvieron tempranamente, pero que jamás lo pusieron en práctica con un vehículo en sus manos. Bien porque no tenían la licencia, la tenían caducada o llevaban años sin coger un coche, la realidad es que las autoescuelas van sobre ruedas en esta crisis que está golpeando a otros sectores. «A diferencia de ellos, a nosotros no nos faltan clientes», declara Martín. Admite este representante de las autoescuelas malagueñas que la media de matriculados en los cursos de reciclaje también se ha incrementado. «Si en una autoescuela suele haber una o dos personas que vayan a dar estas clases al mes, ahora puede haber cuatro o cinco, dependiendo de la autoescuela».
No obstante, aclara que uno de los motivos principales de este repunte se ha debido al tiempo en que las autoescuelas han permanecido cerradas y, también, al gran número de personas que recientemente han perdido su trabajo y ahora disponen de más tiempo para obtenerlo.
Sin embargo, las autoescuelas en Málaga siguen sufriendo un problema que arrastran de hace meses, ya que no pueden presentar a todos los alumnos a examen. «Creemos que la Administración debe dotar de personal suficiente a la Jefatura Provincial de Tráfico para acabar con una situación insostenible. Afortunadamente, no tenemos el problema del sector de la hostelería o los hoteles que necesitan clientes; nosotros sí tenemos suficientes, sin embargo, hay muchísimas autoescuelas que tienen limitada la presentación de tan solo dos alumnos cada 15 días y eso es inaguantable para la cantidad de autoescuelas que están sufriendo esa problemática».
En Málaga, hay más de 16.800 personas con la teórica aprobada y, de ellas, más de 4.000 están ya preparadas para hacer el examen práctico. «Es necesario que la Administración tome conciencia de esta situación, porque hay muchos alumnos que necesitan de ese permiso de conducir para trabajar o hacer oposiciones». Martín expone que antes se hacían horas extras para poder examinar por la tarde, «pero eso ha desaparecido». Por eso, cree que sería necesario que se librasen partidas económicas para que se volviese a la situación anterior, de forma que se pudiera seguir examinando por la tarde, y así descongestionar el embudo existente. Asimismo, plantea que a esta medida también podría sumarse una mejor distribución de los examinadores, con un trasvase desde las provincias donde no sufren problemas a aquellas que atraviesan una «situación crítica», como Málaga.
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Según Martín, serían necesarios siete examinadores más para que la situación volviese a ser «razonablemente normal». «En la actualidad, hay 27 examinadores (más dos coordinadores), pero hay varios que tienen bajas de larga duración, con lo que operativos, en realidad, solo hay 20 o 22», aclara. «De media, esos 20 examinadores examinan a 12 alumnos, lo que representan 240 de permiso B. Si son otros, hay menos alumnos porque el examen de vehículos pesados puede tardar 45 minutos«, apostilla.
Y es que con el nuevo sistema de capacidad de prueba de examen dan minutos a las autoescuelas y éstas tienen que adaptar el número de alumnos al tiempo que les den. De forma que si un permiso B equivale a 30 minutos y uno de moto, a 35, si le dan 60 minutos a un centro, solo podría presentar a un alumno de moto. «Aunque solo pasan cinco minutos, pierde los otros 25 minutos, porque no puede presentar a ningún otro alumno en ese tiempo».
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Martín reconoce el esfuerzo de la jefatura provincial por minimizar el problema, por eso es a la Administración central a quien reclama más efectivos para aliviar el cuello de botella que sufren y para dar salida a alumnos, «que pagan unas tasas nada baratas para tener ese derecho a examen». «No solo eso, en España hay más de 350.000 personas con la teórica aprobada esperando examinarse del práctico. Con que la cuarta parte comprara un coche nuevo o usado, empezaría a moverse ese sector, pero también las compañías de seguros, los expendedores de combustible o los talleres. La pena es que la Administración central no quiera ver que obtener un carné de conducir también es una forma de crear riqueza», apostilla Martín.
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