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La cirrosis alcohólica es la causa principal del cáncer de hígado. Más del 60 por ciento de estos tumores los provoca el alcohol. Los médicos temen que el aumento del consumo de bebidas alcohólicas en los jóvenes, que cada vez empiezan a beber a una edad más temprana, dispare el tumor de hígado, que es uno de los que peor pronóstico tiene y que es el segundo que más años de vida quita a la población. Otras dos patologías que provocan la aparición de un cáncer hepático son la hepatitis C y el hígado graso no alcohólico, una enfermedad que aumenta cada vez más debido al sedentarismo y una mala alimentación.
Estos asuntos se debatieron en la tarde de ayer en el Ayuntamiento de Málaga en la sesión de clausura de la semana de las enfermedades hepáticas de Andalucía, una actividad organizada por la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), en colaboración con la compañía biofarmacéutica AbbVie, con el objetivo de hacer balance sobre la evolución de estas patologías en la comunidad andaluza, darlas a conocer y, sobre todo, concienciar sobre la importancia de su detección y tratamiento precoz.
El jefe del servicio de aparato digestivo del Hospital Clínico Virgen de la Victoria y catedrático de la Universidad de Málaga, Raúl Andrade, dijo a este periódico que uno de cada cuatro malagueños sufre una enfermedad relacionada con el hígado. A ese respecto, señaló que la patología hepática alcohólica, las hepatitis virales y el hígado graso no alcohólico afectan al menos al 25 por ciento de la población.
Cada año se diagnostican en España, 6.600 nuevos casos de cáncer de hígado (unos 220 en la provincia de Málaga). El problema es que aproximadamente la mitad son de pacientes con la enfermedad en un estadio ya muy avanzado. En cambio, si se detectaran en sus primeras fases se multiplicarían hasta por cinco las posibilidades de supervivencia. «El cáncer hepático se beneficiaría mucho del cribado preventivo, es decir, del diagnóstico precoz», indicó el doctor Andrade. Y añadió que los pacientes con cirrosis (estado precanceroso), con una frecuencia del 5 al 10 por ciento cada año, desarrollan un cáncer de hígado. «Eso se puede diagnosticar precozmente con el cribado. Pero para ello, previamente, hay que hacer un diagnóstico de la cirrosis y de los estados de precirrosis», señaló este experto.
El segundo factor que desencadena un tumor hepático es la hepatitis C. Esa situación va a cambiar, ya que hay tratamientos que curan la hepatitis C, lo que hace que el enfermo mejore en todos los sentidos y disminuye el riesgo de sufrir un cáncer. «En el futuro, dentro de no mucho tiempo, el hígado graso superará a la hepatitis C como factor de riesgo para tener un tumor hepático», precisó el jefe del servicio de digestivo del Hospital Clínico.
Una tercera causa que ha cobrado importancia en el cáncer hepático es la acumulación de grasa en el hígado (hígado graso), cuyos factores de riesgo son el sobrepeso, la diabetes tipo 2, el colesterol y la presión arterial alta. El hígado graso va a ser un factor cada vez más importante en el cáncer de hígado, dado que se vincula principalmente a la obesidad. En este sentido, Raúl Andrade incidió en que el incremento del hígado graso entre adolescente y jóvenes se debe a los hábitos poco saludables que hay en la actualidad como, por ejemplo, pasar mucho tiempo sentados mirando los videojuegos, la tablet, el teléfono móvil o el ordenador, lo que provoca que practiquen menos ejercicio, y comer mal, con una dieta a base de alimentos ultraprocesados y de comida basura. Ese exceso de calorías y el sedentarismo hacen que surjan la diabetes, la hiperlipemia (grasa en la sangre), la hipertensión, etcétera. Todo eso se va sumando y al final uno de los órganos que se ve afectado es el hígado al depositarse en él grasa, con lo que comienza a inflamarse.
Por otra parte, el doctor Andrade destacó que el Ayuntamiento de Málaga ha firmado el protocolo para adherirse al movimiento que apuesta por ciudades libres de hepatitis C. El Consistorio malagueño se ha comprometido a colaborar, dentro de lo posible, en la búsqueda activa de pacientes con hepatitis C para intentar erradicar la infección ahora que se cuenta con tratamientos que lo consiguen. El objetivo es que Málaga está libre de hepatitis C en 2024.
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