Más de 750 familias de El Olivar y Cortijo de Maza rechazan un centro de inmigrantes en Churriana

Así, un total de cinco colectivos de la zona, que agrupan a más de 750 familias, han suscrito un escrito dirigido al alcalde, Francisco de la Torre, en el que muestran su «profundo desasosiego, preocupación y oposición» a la apertura de un centro que servirá para que la CEAR pueda seguir acogiendo a inmigrantes vulnerables procedentes de Canarias, labor que actualmente, desde el pasado mes de noviembre, desempeña en unas instalaciones del colegio Unamuno, en la zona norte de El Palo, que ya tiene que abandonar. De ahí la premura por trasladarse a este centro de las religiosas de La Asunción.

Según las fuentes consultadas, la intención de la CEAR es habilitar en este edificio de Churriana un centro de acogida temporal, con una duración limitada, que posiblemente no llegaría a abarcar la totalidad de este año, para dar respuesta al mandato del Gobierno de acoger a los inmigrantes que no pueden ser atendidos en Canarias. No obstante, aunque pudiera ser algo temporal, la implantación de este centro de acogida de inmigrantes ha causado rechazo en los vecinos de El Olivar, una tranquila urbanización de la zona sur de Churriana, frente a los terrenos del campamento Benítez, en la que buena parte de las viviendas son chalés con amplias zonas ajardinadas y piscina.

El escrito dirigido al alcalde está firmado por los representantes de las comunidades de propietarios de El Olivar Fase 1 (96 familias), El Olivar Fase II (17 familias), Villas del Olivar (61 familias), la asociación de vecinos Cortijo de Maza y Pueblo Andaluz (450 familias) y la asociación de padres de alumnos del Colegio Los Rosales (130 familias), ubicado en esta misma zona de El Olivar.

En este documento, los vecinos apuntan que la implantación de ese centro de acogida de inmigrantes plantea «serios interrogantes sobre la capacidad de nuestras comunidades para hacer frente a los desafíos que ello conlleva». «En particular, la falta de infraestructuras y servicios en nuestra área, junto con la ausencia de medidas de seguridad adecuadas, nos deja vulnerables ante la llegada de un gran número de personas cuyo estatus y antecedentes son desconocidas para nosotros, y que estando en régimen abierto, tendrán libertad para entrar y salir del centro», argumenta el escrito, que alerta sobre la «interacción que este centro pudiera generar con el colegio concertado Los Rosales, a menos de 300 metros del anterior, con 290 alumnos y alumnas entre los tres y los 16 años».

«La dificultad de comunicación, ya sea andando o en transporte público, con la propia Málaga, así como la falta de servicios y comercios en nuestra área, limita aún más nuestras capacidades para satisfacer las necesidades básicas de estas personas, lo que podría derivar en tensiones y conflictos dentro de nuestra comunidad», añaden estos colectivos, que recuerdan que están a la espera de que el Ayuntamiento conteste a los escritos que han presentando ante las áreas de Urbanismo, Comercio y Sostenibilidad Medioambiental para preguntar si los trabajos de reforma que se están llevando a cabo para la implantación del centro de acogida de inmigrantes cuentan con los permisos necesarios, y si es posible un uso de estas características en ese edificio. Este periódico ha intentado sin éxito conocer de fuentes municipales si esa actuación es viable y cuenta con las autorizaciones que le corresponden.

«Entendemos la importancia de brindar ayuda y apoyo a aquellos que más lo necesitan, pero creemos firmemente que nuestra área residencial no es el entorno adecuado para albergar un centro de estas características», concluye el escrito de los vecinos.