Carlos Miura, Pedro Campos y Álvaro Bolívar, que estuvieron encerrados el pasado jueves en el ascensor, al que también se le fue la luz. A. B.
La Casona del Parque

El 'ascensor gate' continúa en Málaga: se quedan encerrados tres empleados más

Los sindicalistas salían del elevador del Ayuntamiento despotricando por la espera de 45 minutos. Se suman a los seis concejales de la oposición atrapados cerca de una hora. Dos ediles ya se han abonado al 'escalering'

Lunes, 3 de marzo 2025, 00:14

La bruja Avería, esa que veíamos los niños de los ochenta en 'La bola de Cristal' de la cantante Alaska, hizo aparición el pasado jueves ... en el Ayuntamiento de Málaga. Lo cierto es que nadie la vio, pero desde bien temprano el nuevo sistema de votaciones del pleno volvió a caerse, aunque no es la primera vez, y los ediles volvían a votar como se hacía cuando se inauguró el edificio de Guerrero Strachan y Rivera Vera principios del pasado siglo: a mano alzada. Los miembros del CEMI, y entre ellos Raúl Montoya a la cabeza, se ponían las manos a la obra para arreglarlo, y para la segunda sesión del pleno, que empezó algo más tarde de las 14.30 horas, ya estaba en funcionamiento.

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El alcalde les daba las gracias por el esfuerzo de encontrar la avería en un cable nuevo, que al parecer no funcionaba. Pero esa era no era la única anécdota de la jornada. Más tarde, y mientras los ediles estaban en el acto de homenaje a García Caparrós en la Subdelegación del Gobierno, motivo por el que el pleno se había dividido en dos partes, tres funcionarios se volvían a quedar encerrados en el ascensor de la Casona, el que ya dio mucho que hablar el pasado lunes 24, cuando seis concejales de la oposición (los socialistas Rosa del Mar Rodríguez, Rubén Viruel, Mariano Ruiz Araujo, Mari Carmen Martín y Mari Carmen Sánchez, y la viceportavoz de Con Málaga, Toni Morillas) estuvieron atrapados 50 minutos de reloj. La segunda parte del llamado 'ascensor gate', como en todas las series, llegaba cuando los tres miembros de la sección sindical de Comisiones Obreras se quedaban aprisionados en el puñetero elevador ni más ni menos 45 minutos. Se ve que lo de rozar la hora ahí dentro es una máxima.

Cuando salían despotricando del mismo, no dudaban en contar por qué les había tocado esperar tanto rato. Echando mano de la guasa andaluza, como ya tocó el pasado lunes, cuando los miembros de la oposición decían que no hubieran estado tanto rato si hubiesen sido del PP, los sindicalistas, también lo tenían claro: «Nos han dejado aquí todo este tiempo porque no hemos firmado el convenio laboral», que decía entre risas, medio en broma medio en serio, el secretario general de la sección sindical de CC.OO, Carlos Miura, que salía aliviado del cautiverio con sus compañeros Pedro Campos y Álvaro Bolívar. Así se lo contaban a la socialista Mari Carmen Martín, una de las encerradas el pasado lunes, lo que provocaba que Mariano Ruiz Araujo recordase cómo en su muro de Facebook una de las limpiadoras del Ayuntamiento relató cómo estuvieron atrapadas unas compañeras el pasado mes de agosto.

Rubén Viruel, Mari Carmen Sánchez, Toni Morillas, Mariano Ruiz Araujo, Mari Carmen Sánchez y Rosa del Mar Rodríguez, encerrados el pasado lunes en el dichoso elevador durante 50 minutos. R. M. R.

Lo cierto es que el elevador no es tan antiguo. Se instaló en 2018, después de que el anterior fuera infalible: si te subías muchas veces en él, alguna vez te iba a tocar estar dentro un buen rato, algo que era conocido a lo largo y ancho del Ayuntamiento. Parece que el nuevo 'ha heredado' las malas formas del anterior, y sigue dando que hablar.

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En este caso no llamaron a los bomberos, pero los que estuvieron dentro, los miembros de CC.OO., corrieron la misma suerte porque estuvieron casi el mismo tiempo. Aunque eran menos y estaban más holgados, fueron a peor. Al principio estaban atrapados con luz, pero luego también se esfumó. «Una experiencia preciosa», que explicaba Miura con mucha guasa.

Los miembros de CC.OO no dudaban en decir, con la guasa, medio en broma, medio en serio, que se estuvieron tanto tiempo encerrados porque no habían firmado el convenio laboral

Ruiz Araujo ya ha dicho por activa y por pasiva que no se va a subir más así como la viceportavoz de Con Málaga, Toni Morillas, quien dejó claro que sufre de claustrofobia, y que lo había pasado «una mijita» mal.

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Tras el 'ascensor gate' cada vez que alguien se monta en el elevador llega la broma de marras: «Cuidado, que te vas a quedar encerrado». En fin, que es como en las atracciones de la feria, pero ahora con el ascensor del Ayuntamiento, el mismo que usa el alcalde de Málaga, Paco de la Torre, para subir.

La broma en los pasillos de la Casona se ha vuelto inevitable. Cuando van a subirse se oye: «Cuidado, que te quedas encerrado»

Sólo queda estar atentos para ver si el regidor vuelve a usar la escalera ante este inconveniente. Se entiende que el 'ascensor gate' va a mejorar los gemelos de funcionarios y munícipes que no se atrevan a montarse. Lo malo es que los peldaños de este edificio tienen una altura de 'padre y muy señor mío', como dirían los concejales de la época en la que se construyó. Así que mientras que la bajada es liviana y agradable, la subida se hace muy cuesta arriba: es obvio que los escalones no tendrían ahora el visto bueno de tratarse de una nueva construcción.

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En fin, que así está el ascensor del ala este de la Casona. En el pleno, la Corporación votando por unanimidad que Málaga acoja el Centro Nacional de Ciberseguridad, y concejales y sindicalistas encerrados más de tres cuartos de hora en el elevador. Da para un sketch de humor.

¿Quién dijo que Málaga era 'smart'? Tras el 'ascensor gate' lo único que queda es asimilar lo que decían antes las abuelas, el que no se conforma es que no quiere, y abonarse al 'escalering'.

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