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El arquitecto José Seguí es el mejor posicionado para diseñar el centro escénico municipal en el solar del Astoria

Este jueves, la mesa de contratación de la Gerencia Municipal de Urbanismo se ha reunido para hacer públicas las puntuaciones recabadas por cada uno de los diez equipos de arquitectos que se han presentado al concurso. Finalmente, cinco equipos han sido descalificados porque no han superado el umbral de 25 puntos de la valoración técnica que ha hecho un comité de expertos.

De los cinco que han quedado como finalistas, el de José Seguí es el segundo que ha obtenido más puntuación por su calidad técnica (35 puntos de un total de 50) y el que ha presentado la oferta económica más baja por el diseño del proyecto, en concreto, 168.130,78 euros más IVA, por lo que es la que previsiblemente recibirá más puntos de un máximo de 40. Asimismo, en cuanto a experiencia y premios, el equipo de Seguí ha aportado una autovaloración de 10 puntos (el máximo contemplado en las bases del concurso), si bien este apartado tiene que ser ahora comprobado por los técnicos de la mesa de contratación de Urbanismo.

Por ello, todo apunta a que la propuesta aportada por el equipo de José Seguí y Pereira Royo se hará con este concurso de arquitectura que partía con un presupuesto 240.186 euros más IVA y un plazo de ejecución de seis meses para redactar el diseño definitivo de la actuación una vez que se formalice el contrato con el equipo ganador.

En cuanto a la valoración técnica de las ofertas que han superado los 25 puntos de calidad, la que ha obtenido mayor puntuación es la del estudio Barozzi Veiga, con sede en Barcelona, que ha recabado 38 puntos. No obstante, ha presentado una oferta económica de 194.551 euros más IVA. La tercera propuesta mejor valorada técnicamente ha sido la de DJ Arquitectura, Luis Machuca y Asociados, Manuel José Rodríguez Ruiz y Mecanismo, Diseño y Cálculo de Estructuras, con 30,80 puntos. En este caso, el presupuesto aportado asciende a 175.000 euros más IVA.

En cuarta posición a nivel técnico ha quedado el proyecto de Alberto García Marín, Juan Manuel Sánchez La Chica, Adolfo de la Torre Prieto y Francisco Javier Terrados Cepeda, con 27,80 puntos y un presupuesto de 175.000 euros. Estos arquitectos estaban detrás de la descartada iniciativa que el Ayuntamiento llegó a declarar de interés para dar uso al vacío del Astoria y que estaba liderada por un grupo de empresarios cordobeses que planteaban realizar un auditorio soterrado sobre el que se construirían varias plantas para negocios de hostelería y usos culturales.

Por último, en quinta posición en cuanto a la valoración del jurado, ha quedado el equipo madrileño de Federico Soriano Peláez y Ruiz Barbarín, con 26 puntos y el presupuesto más alto de los presentados, con un total de 199.355 euros más IVA.

El jurado ha estado presidido por Juan Jesús Suardíaz Pedrosa, titular de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento, y compuesto por Antonio Álvarez Gil, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Málaga; Rafael Godoy Nateras, miembro del Teatro Cervantes de Málaga e Iniciativas Audiovisuales; Francisco Pitarch Rodríguez, miembro de Málaga Procultura; Luis Octavio Frade Torres, arquitecto representante del Colegio de Arquitectos; Natalia Muñoz Aguilar, arquitecta municipal, jefa de sección de Proyectos y Obras del Departamento de Arquitectura e Infraestructuras de la Gerencia Municipal de Urbanismo; y Beatriz Matos Castaño, doctora arquitecta en Estudio Matos Castillo y profesora de proyectos de la Universidad Europea de Madrid UEM.

El Ayuntamiento pedía el diseño de un edificio que tenga una altura mínima de 18,5 metros y que tenga como uso principal una sala polivalente con un escenario de 20 metros de ancho entre paredes (12 metros de boca), 11 metros de fondo y 18 metros de alto en total, incluido el peine. Debe tener capacidad para 600 ó 700 espectadores con un patio de butacas retráctil para ofrecer la posibilidad de tener público de pie. Además, deberá contar con taquilla, aseos en todas las plantas, guardarropa, un ambigú para servicio de bebidas y comidas frías en una o varias de las plantas, una zona de almacén y carga y descarga a cota cero del escenario, una cabina de proyección insonorizada, una sala de control de sonido, y camerinos individuales y colectivos.

Asimismo, el proyecto tendrá que estar adaptado para poder funcionar como centro de congresos, de forma que, una vez plegadas las gradas del patio de butacas, quede una planta diáfana, aprovechando también la superficie del escenario, con espacio suficiente para la colocación de expositores de ferias de pequeño formato o mesas. También se pedía que se habiliten cuatro oficinas para la gestión de congresos, preferiblemente en la planta baja, y una sala de usos múltiples para reuniones y talleres.

Por último, el futuro centro cultural y de congresos del Astoria deberá contar con un centro coreográfico ubicado en la planta tercera, dotado con una sala de ensayo de unos 150 metros cuadrados, y otras dos de unos 60 metros cuadrados, camerinos individuales y colectivos, y oficinas para la gestión de este espacio dedicado a la danza.