«Aplicar las nuevas tecnologías al cribado del cáncer de mama evitaría falsos positivos»

La aplicación de las nuevas tecnologías al cribado del cáncer de mama es muy importante para evitar falsos positivos, según dijo ayer el profesor Luis Ortiz Quintana, presidente de la Academia Médico-Quirúrgica Española y director de la cátedra de patología de la mama FT-UCM. Este experto pronunció anoche una conferencia titulada 'Reflexiones sobre el cribado del cáncer de mama', en el salón de actos del Hospital HLA El Ángel. Cada año se diagnostican unos 30.000 casos nuevos de cáncer de mama en España (de 850 a 900 en Málaga).

En declaraciones realizadas a este periódico, el profesor Ortiz Quintana aseguró que el cribado del cáncer de mama es positivo y funciona bien en España, pero «tiene una cara menos bonita» que se relaciona con los efectos secundarios que ocasionan los falsos positivos, con lo que aumenta el sobrediagnóstico y el sobretratamiento, es decir, se somete a esas personas a pruebas complementarias que no son necesarias. Eso supone, incluso, tratar estadios precancerosos que nunca habrían llegado a convertirse en un cáncer clínico.

Para reducir los falsos positivos en el cribado es fundamental la calidad técnica de las mamografías y contar con médicos con experiencia que dispongan de un tiempo mínimo para interpretar los resultados. «Hay que mejorar la calidad del cribado con la imagen digital, la tomosíntesis y la incorporación de todas las nuevas tecnologías que hacen que la imagen sea más resolutiva y que haya menos errores», precisó el presidente de la Academia Médico-Quirúrgica.

Este experto indicó que el cribado del tumor de mama es conveniente hacerlo en mujeres que tienen entre 40 y 75 años. Sin embargo, en España la mayor parte de las comunidades autónomas ponen fin a esos programas preventivos a los 65 años. «Llama la atención que el cribado se termine a los 65 años cuando es a los 70 años cuando se da la máxima prevalencia del cáncer de mama», significó Ortiz Quintana.

En ese sentido, hizo hincapié en que es un error transmitir a la población la idea de que a partir de los 65 años no hay riesgo de padecer un tumor de mama. El argumento que se da para no seguir con el cribado es que en esa etapa de la vida el cáncer de mama evoluciona más lentamente y la diferencia en el abordaje del tumor es igual si se diagnostica antes o un poco más tarde. «A mí me parece que ese argumento es un poco pueril, porque no corresponde a la realidad», manifestó el profesor Ortiz Quintana. Este experto acabó su conferencia hablando del papel que juega la inteligencia artificial en algunos campos de la medicina. Así, se refirió a que en el plazo de uno o dos años un robot podrá leer una mamografía igual o mejor que un médico.