Salvador Salas

Día de Andalucía en Málaga: espíritu reivindicativo y un reto contra la propia historia

De la Torre recuerda a Blas Infante como «héroe» y Moreno Peralta apela a las oportunidades que ofrece la nueva era digital para la región

Viernes, 28 de febrero 2020, 13:46

Con el grueso de los actos institucionales concentrados en Sevilla, en cliché de capitalidad, la celebración del Día de Andalucía en Málaga se ha resumido esta mañana en la tradicional ofrenda floral que realiza la corporación municipal a Blas Infante, con el monumento al casareño ejerciendo de atlante. Hasta ahí se han desplazado representantes de los partidos del Ayuntamiento de Málaga y han atendido al discurso del alcalde de la capital, Francisco de la Torre, que ha escenificado la presencia de un marcado espíritu andalucista, aunque sin la necesidad de renunciar por ello al sentimiento de pertenencia a España.

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De la Torre, que ha hablado frente a cargos municipales, autonómicos y representantes policiales y sindicales, ha reivindicado con fuerza la figura de Blas Infante, hasta el punto de asegurar que su legado le hacen valedor del calificativo de «héroe». «Fue un forjador de un espíritu que hacía falta y supo reflexionar sobre el papel de Andalucía. Con sus luces y sus sombras. Pero fue un héroe porque fue fusilado, sin juicio ni siquiera, al principio de la Guerra Civil. Perdió la vida un hombre que quería lo mejor para nuestra tierra. Recordar a Blas Infante tiene su sentido», ha sentenciado.

Las palabras de De la Torre hay que calibrarlas en el actual contexto político de Andalucía. La irrupción de Vox en el Parlamento es también la irrupción de una opción política que pone en duda a las autonomías. Por otro lado, la escisión de Teresa Rodríguez en Podemos es el nacimiento de una propuesta política de corte nacionalista. En ese sentido, el discurso de De la Torre ha sido una apelación a no renunciar ni a las autonomías ni a la articulación de Andalucía dentro de España. «Viva Andalucía y viva España», ha concluido con literalidad.

Antes, ya había vuelto a apelar a la necesidad urgente de mejorar la educación en Andalucía. El déficit histórico en esta materia, ha asegurado, explica que sea la región que sufre las mayores desigualdades y que peor sale parada en parámetros como el paro o el fracaso escolar, dentro del conjunto nacional. Por lo tanto, la lucha por un futuro mejor también es una lucha contra la propia historia de Andalucía. «No hay mejor herramienta para el desarrollo de una tierra que la educación. La relación y el desarrollo económico en los países está vinculado a una educación potente. Procuremos mejorar, porque si seguimos estando mal en informes como el informe Pisa, las diferencias no se resolverán», ha augurado De la Torre.

Defensa de la autonomía

El arquitecto Salvador Moreno Peralta ha pronunciado un discurso en líneas similares, aunque haciendo una defensa cerrada de la sanidad y educación pública como mejores herramientas para evitar que nadie se quede atrás. «No podemos traicionar el espíritu con el que nos echamos a la calle un 4 de diciembre de 1977, en el que arrancamos con su cuota de sangre, una autonomía plena para luego desentendernos y encomendando su futuro solo a las instituciones», ha defendido Moreno Peralta, además de tener palabras para recordar a Manuel José García Caparrós.

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También ha hecho referencia a la dimensión histórica de Andalucía, remontándose a la enorme trascendencia que tenía la región en la época del Imperio Romano. «Claro que la Bética romana de Adriano y Trajano tenía un enorme peso político y económico en el Imperio. Claro que la Córdoba omeya fue una vez el ombligo del mundo. Claro que Sevilla y Cádiz fueron durante dos siglos las puertas de América», ha explicado.

Moreno Peralta ha subrayado en su discurso, además, que las capacidades y responsabilidades de cada uno en el objetivo último de lograr que Andalucía remonte con respecto a otras comunidades es muy alta. «El ser humano, individual o colectivamente, es el único responsable de sus actos, de sus fracasos y sus logros, en una relación constante con el medio en el que le ha tocado vivir«, ha abundado.

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Pero el arquitecto también ha dibujado a una tierra que ha logrado mejorar su posición en el mundo de forma notable. Tanto en lo social como en lo económico, y que cuenta con un futuro lleno de oportunidades si sabe aprovechar los retos del nuevo mundo digital: «El presente, con todas las dificultades que se acumulan en un mundo complejo, es el de una Andalucía a la que la globalización ha situado como uno de los lugares fuertes de la nueva economía». En este sentido, ha pedido que se desechen de una vez por todas el «irredentismo» y el «pesimismo periférico».

Por último, Moreno Peralta ha dejado impronta de su vocación humanista, al anteponer a las personas frente a los sentimientos identitatarios y a los apogeos de banderas. «Mi nacionalismo, antes que andaluz, es humano. Creo que, por el nacimiento, la naturaleza señala a los soldados de la vida el lugar en donde han de luchar por ella. Yo quiero trabajar por la causa del espíritu en Andalucía porque en ella nací. Si en otra parte me encontrare, me esforzaría por esta causa con igual fervor», ha concluido.

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El acto, trenzado sin distintivos de partidos, ha dejado una imagen de unidad y sintonía en el plano político. El PSOE, Ciudadanos y Adelante Málaga han estado representados por Daniel Pérez, Noelia Losada y Eduardo Zorrilla, respectivamente. La presencia de diputados nacionales se ha difuminado en esta ocasión, siendo Pablo Montesinos, del PP, el único que ha acudido al acto. La delegada de Educación y Políticas Sociales, Nena García Paine, ha representado la cuota del Gobierno andaluz. El color musical lo ha puesto la Banda Municipal de Málaga, que ha interpretado los himnos de Andalucía y España para dar por concluido el encuentro.

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