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La zona de El Mayorazgo tiene asuntos que arreglar, y llevan siendo una asignatura pendiente bastante tiempo. Se ha tratado en varias ocasiones el tema de la suciedad del arroyo y el descontrol de la flora del mismo. No obstante, este problema, que muchos ya dan por perdido, pasa de momento a un segundo plano debido a otras situaciones que preocupan a los vecinos de la zona. Uno de ellos es el estado del acerado, roto en alguno de sus puntos, que coinciden a veces con arquetas totalmente dañadas que pueden resultar muy peligrosas para cualquier viandante que no las vea: «El otro día casi meto el pie en el gran socavón que ha dejado una arqueta rota. Cualquier persona mayor que pase por la zona con poca visibilidad puede ser susceptible a una caída o tropezón importante» relata Ignacio, lector habitual de SUR.
Una de las calles más dañadas es la Avenida de Las Caballerizas, que además de ser la que alberga este tipo de desperfectos, tiene gran cantidad de basura en los laterales del ya mencionado arroyo. Los vecinos observan que paulatinamente las calles se llenan de restos de brozas de casas privadas –también públicas– y que se quedan en las aceras o la propia carretera impidiendo el paso durante días o semanas.
A estas quejas, se suman las de otros residentes de calle La Minilla, en pleno corazón del barrio –justo enfrente del supermercado y un parque infantil muy transitado por las familias– que se encuentra (va y viene) muy sucia en ocasiones, ya que muchos incívicos deciden dejar sus desperdicios privados, como podas o muebles.
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Ha durado todo el fin de semana. Desde el pasado viernes los viandantes se quejan del hedor que hay justo en la bajada del Camino Nuevo hacia la playa, que va intensificando el mismo cuanto más te acercas a ella. Se han visto operarios en la zona, incluso a la Policía Local, no obstante, no se ha podido paliar del todo.
«No es cómo ir a dar un paseo por esta zona tan privilegiada y tener que dar la vuelta porque no puedes aguantar la peste que generan las aguas fecales mal encauzadas» explicaba una lectora habitual de SUR en conversaciones con este redactor el pasado sábado por la mañana.
El Parque Forestal Monte Victoria mejora, pero no acaba de convencer, ya que hay algunos aspectos que todavía necesitan una solución. El estado de la calzada, aunque a nivel general luce mejor aspecto, sigue teniendo importantes surcos que ponen en peligro la circulación y movilidad de los vehículos que cruzan desde el Seminario hacia Conde Ureña. El segundo de ellos tiene que ver con la movilidad, pues en muchos puntos se encuentran coches de frente con la complicación para maniobrar.
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