La zona entre las avenidas de Europa y Héroes de Sostoa se volvió a anegar con las lluvias de la pasada semana. Migue Fernández

El alcantarillado de Málaga no está aún preparado para fuertes lluvias

Las zonas más antiguas de Carretera de Cádiz, Cruz del Humilladero, El Palo, Ciudad Jardín o el Centro presentan el mayor riesgo de inundación en caso de aguaceros

Martes, 16 de octubre 2018, 00:25

Las intensas lluvias de los últimos días han vuelto a poner en entredicho la capacidad de drenaje de la ciudad debido a una red de alcantarillado que no está dimensionada para evacuar el caudal que les llega cada vez que las nubes descargan con fuerza. Unas carencias que se deben a la ausencia de grandes colectores que canalicen las aguas en las zonas más bajas y, fundamentalmente, a que en la mitad de la ciudad las redes de aguas pluviales y fecales comparten tuberías, con lo que en momentos de fuertes precipitaciones como las sufridas la semana pasada el sistema de canalizaciones no es capaz de conducir todo el aluvión. ¿El resultado? Calles completamente anegadas por aguas mezcladas con residuos, por lo que a las incidencias propias de la inundación se unen los malos olores provocados por los vertidos, ya sea desde las propias alcantarillas que 'revientan' o en los aliviadores con salida a los arroyos o al mar. El caso más significativo es el del entorno de las avenidas de Europa y Héroe de Sostoa, donde se está construyendo por fases un nuevo colector que evacuará el agua de todo el tramo comprendido entre la barriada de Dos Hermanas y la calle Pacífico hasta desembocar en la playa de la Misericordia.

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Desde los años 80, la normativa municipal exige conducciones independientes en todas las nuevas urbanizaciones que se levanten, pero el problema está en las zonas más antiguas de la ciudad como Carretera de Cádiz, Cruz del Humilladero, el Centro, Ciudad Jardín o El Palo, donde la única solución (y no siempre es posible en todos los puntos) pasa por crear una conducción separada y exclusiva para las aguas de lluvia que en lugar de desembocar en las alcantarillas lo haga en ríos, arroyos o directamente al mar para su evacuación. Actualmente, el 45% de la superficie de la capital aún no dispone de redes separativas, tal y como constata un informe elaborado por Emasa a petición del Consejo Social de la ciudad para analizar las debilidades de Málaga ante las lluvias.

Un documento en el que la empresa municipal de aguas también pone el acento en la falta de mantenimiento de las redes que son exclusivamente para evacuar las precipitaciones (Emasa se encarga de la limpieza y conservación de todas las redes unitarias y de las tuberías de saneamiento en los sistemas separativos), lo que a su juicio supone «un problema sensible puesto que esa falta de gestión de las redes pluviales es, en sí mismo, un riesgo importante cara a minimizar los efectos negativos de las fuertes lluvias».

Obras de separación en la avenida de Cervantes. Migue Fernández

En este sentido, Emasa incide en que la construcción de redes separativas no sólo permite reducir el riesgo de inundaciones, sino que también facilita la conservación de las canalizaciones de saneamiento porque se puede resolver con mayor eficacia cualquier incidencia que se produzca. Además, evita los atascos y averías que se registran en las estaciones de bombeo y de depuración por la acumulación de residuos como toallitas higiénicas, bastoncillos o preservativos que están sedimentados en las tuberías pero que son arrastrados cuando se producen esos repentinos aumentos de caudal.

70 obras en cuatro años

Desde la tromba de noviembre de 2012, el Ayuntamiento ha avanzado considerablemente en la separación de redes dándole prioridad a los puntos más conflictivos, que son aquellos en los que confluyen las escorrentías de las aguas pluviales de distintas zonas. En este sentido, Emasa lleva ejecutadas en los últimos cuatro años unas 70 actuaciones con una inversión superior a los dos millones de euros, habiéndose corregido problemas en Pedregalejo, El Palo, Huelin, Churriana, Guadalmar, Campanillas, Churriana y Puerto de la Torre. Las más recientes son las desarrolladas en varias zonas de Carretera de Cádiz como Sor Teresa Prat (todavía en obras) y La Isla, además de en Pedregalejo, Cortijo de Mazas y la que arrancó a comienzos de mes en la avenida de Cervantes para reducir los problemas que se producen en Cortina del Muelle.

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Un informe de Emasa advierte sobre la falta de mantenimiento de las redes de pluviales

De forma paralela, la Gerencia Municipal de Urbanismo y Emasa también han impulsado mejoras en el saneamiento y el drenaje de los polígonos industriales La Estrella, El Viso, Santa Teresa, Santa Cruz, San Luis, Azucarera y Pérez Texeira. Mejoras notables, pero aún insuficientes, ya que entre duplicación de redes, creación de nuevos colectores y renovación de tuberías se estima una inversión de 30 millones de euros.

Proponen trampas de sólidos en los arroyos para evitar tapones

La red de alcantarillado es el principal punto débil de la ciudad ante fuertes precipitaciones, pero también hay carencias en cuanto al estado de los cauces de los arroyos. No tanto por la limpieza necesaria, que sí que se va haciendo en los tramos urbanos, como por la gran cantidad de sedimentos que arrastran antes de llegar a la urbe, provocando atoros y elevando el riesgo de desborde.

Ante este panorama, Emasa no sólo insiste en la importancia de acometer programas de reforestación y consolidación de laderas para minimizar esos efectos de arrastre y de erosión de las lluvias, sino también en la instalación y mantenimiento de trampas de acarreo y rejas en el inicio del recorrido de los arroyos por zona urbana para retener los áridos, grandes sólidos y restos de vegetación y así evitar que taponen los colectores y embovedados.

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