El alcalde de Málaga negocia con el Gobierno para buscar una salida al conflicto de la Torre del Puerto

En este contexto, el alcalde se ha puesto en contacto directamente con la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera (hasta fechas recientes, presidenta de Adif) para buscar conjuntamente una solución. «Le he planteado una reunión telemática, para más agilidad y comodidad para todos, para profundizar en ese tema. El hotel es una iniciativa del Puerto de Málaga, que tiene el respaldo de Puertos del Estado, y hay una disparidad de criterio sobre cómo culminar el expediente», explica De la Torre en declaraciones a SUR.

Para facilitar toda la información a la secretaria de Estado, el regidor le envió la semana pasada un correo de resumen con varios informes complementarios. «Tendremos esa reunión telemática cuando sea viable, trataremos de cerrar la agenda con ella para ver en qué momento podemos tener el cambio de impresiones los equipos de allí (del Ministerio de Transportes) con los municipales y los del propio Puerto, en lo que hemos estado trabajando juntos».

«Queremos que la secretaria de Estado lo lea, consulte lo que tenga que consultar y luego nos pueda aconsejar para ver cómo enfocamos la salida de este bucle, y ver cómo se puede avanzar en positivo y no en negativo», añade De la Torre.

Una de las opciones que estará sobre la mesa de la reunión es la opción de elevar una consulta a la Abogacía General del Estado, que es un ente superior a los servicios jurídicos de Puertos del Estado (con los que chocan actualmente los de Gerencia de Urbanismo) para marcar una directriz clara y común de actuación.

Es lo que se pretendió hacer con la solicitud de dictamen al Consejo Consultivo de Andalucía. Aunque este recomendó ir por la vía estatal, en realidad determinó que ambas son igualmente correctas en términos jurídicos. El hecho es que Urbanismo ha llevado a cabo toda la tramitación del cambio del Plan Especial del Puerto conforme a su criterio, por lo que ahora dar marcha atrás supondría comenzar prácticamente desde el principio, algo inasumible para los promotores. Por ello, el Consistorio está buscando que el Ministerio de Transportes acepte su hoja de ruta, algo ante lo que los juristas estatales se han negado hasta ahora en rotundo. «Se trata de ver conjuntamente, trabajando de una manera cooperativa e institucional, cuál es la salida a este tema, ante la situación de disparidad de criterios», añade el alcalde de Málaga.

Este escenario servirá para calibrar el nivel de respaldo (o, en su caso, de rechazo) que la iniciativa del hotel en el dique de Levante tiene realmente en el Gobierno central, y concretamente en el Ministerio de Transportes, que es el que lo tiene que tramitar. Hasta ahora, los mensajes y actos contrarios han venido por parte de algunas figuras políticas, del PSOE y Podemos, que han mostrado abiertamente su oposición; y sobre todo del Ministerio de Cultura, que ha planteado su negativa clara. Pero no por parte del ministerio responsable, del que depende Puertos del Estado y la Autoridad Portuaria de Málaga.

Al respecto, el alcalde reconoce que este encuentro servirá para ver si el Gobierno tiene realmente intención de avanzar o no. «Se trata de encontrar una solución técnico-jurídica que sea satisfactoria para ambas partes». Se abren varios escenarios posibles: uno, positivo, que el ministerio admita la tramitación seguida por el Ayuntamiento, por lo que esta podría continuar su hoja de ruta. Otro, que pida la mencionada consulta a la Abogacía General del Estado, que tendría la última palabra sobre la admisión o no. Y el tercero, que directamente se enroque en sus propios informes jurídicos y determine que la fórmula elegida por Urbanismo no es válida a ojos del Estado.

Esta cuestión es el verdadero escollo del proyecto, puesto que la eventual negativa de Puertos del Estado a admitir la vía municipal supondría que el expediente no se elevaría al Consejo de Ministros (que tiene que levantar el veto a construcciones hoteleras en los muelles) y, por tanto, este sería imposible de hacer.

Al margen, el Ministerio de Cultura mantiene abiertos otros dos frentes con la ciudad a propósito de la Torre: el primero es un expediente de expolio sobre el Centro Histórico de Málaga, que el Consistorio acaba de llevar a los tribunales. Y el segundo y más reciente es la declaración de Bien de Interés Cultural de La Farola, en el que se fija un ámbito indeterminado para su protección frente a nuevas construcciones, si bien la lejanía del hotel previsto (800 metros) no debería suponer un problema en este sentido.