El alcalde de Málaga pide a la Junta que asuma el coste extra en limpieza que necesitan los colegios para el nuevo curso

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, está dispuesto a hacer cumplir esa máxima que repite en todos y cada uno de los foros en los que participa y que reclama lealtad institucional y colaboración entre las administraciones a la hora de emprender iniciativas comunes. Y más ahora, en plena reconstrucción y con un buen número de retos por delante que exigen de esa fórmula; por eso el primer edil se ha dirigido expresamente a la Junta de Andalucía para reclamar esa «colaboración de cara al arranque del próximo curso» y en estas circunstancias «excepcionales». En concreto, De la Torre ha pedido al gobierno regional que asuma el coste extra de limpieza en los centros educativos para que los alumnos puedan volver a las aulas con garantías, porque «el Ayuntamiento ayudará en lo que pueda», pero a su juicio ese gasto no puede recaer «en las limitadas arcas municipales».

El alcalde ha hecho estas declaraciones, precisamente, en el corazón del gobierno andaluz, en el Parlamento, durante su participación en la comisión parlamentaria sobre el Covid-19. Allí no sólo ha expuesto la experiencia de la ciudad en los momentos más duros de la pandemia; también ha dejado sus peticiones para que esa reconstrucción se haga con la eficacia necesaria. Y en este capítulo entra la limpieza en los centros educativos y esa petición de que sea la Junta quien asuma el gasto.

La situación es la siguiente: en circunstancias normales, ese coste en limpieza es asumido por el propio consistorio a través de la empresa municipal Limposam, pero la excepcionalidad de la pandemia ha dejado los centros cerrados durante meses y, sobre todo, la certeza de que será necesario un gasto extra para cumplir con los protocolos de seguridad, higiene y desinfección de cara a septiembre.

Las labores de limpieza y desinfección siguen las normas establecidas en los protocolos de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias de la Junta, y hasta el momento se han llevado a cabo en el marco de esa «colaboración institucional» que defiende el alcalde. De hecho, Limposam ha mantenido su actividad y servicio durante todo el estado de alarma, según confirmaba el Ayuntamiento el pasado mes de mayo en un comunicado. Entre esas tareas en los colegios se encuentran la desinfección; limpieza a fondo en todas las dependencias; abrillantado de suelos; y limpieza de frecuencia inferior a las diarias, tales como persianas, puntos de luz, paredes, techos, etcétera. Sin embargo, y de cara al arranque del curso, el alcalde pide a la Junta que sea el gobierno regional quien asuma ese desembolso económico.

Esa petición de De la Torre, formulada en el último tramo de su comparecencia, no ha sido la única que el regidor ha dejado sobre la mesa. La segunda reclamación ha tenido como destinatario al gobierno de la nación, solicitando que permita a los Ayuntamientos liberar el remanente de las arcas municipales correspondiente al año 2019 para que puedan acometer las políticas necesarias en la lucha contra la crisis sanitaria y económica. «Que no se preocupe el gobierno, que los Ayuntamientos vamos a ser responsables y no vamos a despilfarrar ni un solo euro«, ha dicho De la Torre ante el grupo de parlamentarios presentes en la comisión -todos ellos malagueños y de los grupos del PP, Cs y Vox, ya que PSOE y Adelante Andalucía decidieron no participar en protesta porque la presidencia la ostenta Vox.

Más allá de esas dos peticiones, formuladas al Gobierno de la Junta y de la nación, respectivamente, el alcalde se ha llevado de vuelta el halago de los parlamentarios de las tres formaciones, hasta el punto de que en su turno de palabra -aunque no estaba previsto- el parlamentario de Vox por Málaga Eugenio Moltó se ha referido literalmente al «almíbar que está recibiendo nuestro alcalde». Y así ha sido no sólo por parte del propio Moltó; también por Ana Gil (Vox), Teresa Pardo (Cs) y los suyos, Miguel Ángel Ruiz y José Ramón Carmona (PP). Este último ha destacado además la capacidad del alcalde de ser un «visionario» y ha recordado como anécdota que antes de que se decretara el estado de alarma «pero cuando ya se veía lo que podía venir, el alcalde no le dio ni dos besos ni la mano a Ana Pastor cuando ésta vino a Málaga«. »Y luego se supo que estaba contagiada de coronavirus«, ha añadido De la Torre en su turno y volviendo a recordar lo que ya repetía en aquellos días: »Tenemos que actuar como si todos estuviéramos contagiados para cuidar a los demás. Y para eso lo mejor es seguir el modelo japonés«. El que ha seguido el regidor, por cierto, cuando se ha cruzado a la salida de la comisión con el alcalde de Granada, Luis Salvador (Cs), que le seguía en el turno de comparecientes. Corrección sí, pero en la distancia.