migue fernández

El alcalde de Málaga y la regidora de Gijón, un mano a mano sobre sostenibilidad en las ciudades

En el marco de 'Greencities', De la Torre y González cuentan sus experiencias para llevar a sus urbes de energías limpias, reutilización, uso compartido y mejor aprovechamiento del agua

Miércoles, 21 de septiembre 2022, 16:18

Foro de Inteligencia y Sostenibilidad Urbana de Greencities en el palacio de ferias de Málaga. Dos alcaldes, Francisco de la Torre, y la regidora de Gijón, Ana González, y un único objetivo: contar cómo las ciudades pueden ser más circulares, que es lo que se ... llama en el argot ambientalista a las urbes que aplican mejoras para conseguir un desarrollo sostenible, que se puede medir en calidad ambiental, prosperidad económica y equidad social. Gran reto para las ciudades del presente, que no ya del futuro, y en el mano a mano, llamó la atención la progresión geométrica, el impulso que le ha dado Gijón a este concepto. Mientras que De la Torre hablaba más de servicios y mejoras ambientales de la ciudad, Sánchez explicaba toda una serie de proyectos, algunos de economía circular entre ciudadanos y funcionarios, que llamaron la atención. El acto lo presentaba la exministra de Ciencia y Tecnología y actual presidenta de la Fundación COTEC, Cristina Garmendia.

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González, que habló de su vertiente de profesora, y que se le vio que anda sobrada de didáctica, cosa que no todos los maestros pueden decir, explicó que lo primero que habían hecho es reutilizar en Gijón, y que así habían creado un «wallapop' entre vecinos para intercambiarse los artículos que no quieren unos y otros, pero que en este caso el intermediario era el Ayuntamiento, que los llevaba a una planta, y allí lo recogían. Que también tocaban el reciclaje, y uno muy curioso, reciclar los materiales de construcción para crear tecnosuelos, que permiten que el agua de lluvia no se desaproveche, y que ahora luchaban por reciclar el 50% de los residuos porque estaban en el 35%, como la media española, »que no nos parece suficiente. Utilicemos menos cosas y racionalicemos el consumo«, decía, añadiendo que lo que es un estropicio es algo que tienen, por otra parte, la mayoría de las ciudades españolas, que mezclan las aguas pluviales (de la lluvia) con las residuales (de las casas) por lo que el agua limpia del cielo se perdía inútilmente, y que ahora todas las nuevas canalizaciones las bifurcaban.

Para González, la reutilización también está en un curso que le dan a los ciudadanos para que aprendan a reparar pequeños electrodomésticos y se conviertan en pequeños empresarios, la mejora energética de comercios a través de sensores, que no se tiren edificios sino que se rehabiliten para luego no tener tantos residuos, bicicletas y coches compartidos, éstos últimos hasta por los funcionarios, que utilizan para desplazarse en sus tareas municipales automóviles eléctricos de empresas de 'car sharing', a los que cuando les sobran horas de uso se la regalan a las ongs. »A veces tienen que andar cinco o diez minutos para llegar al punto donde cogerlos, pero así también hacen ejercicio «, decía sonriendo y dando cuenta que ellos quieren darle a los ciudadanos una vida buena, y que la buena vida ya se la posibilitarían ellos mismos. »La circularidad debe llegar a los hogares, debemos gastar menos, consumir de otra forma, reutilizar, compartir con otras personas, los coches por ejemplo, sino nos quedaremos como ciudades escaparate; tenemos que cambiar el uso de las ciudades«, como dijo muy decidida.

De la Torre, que aprovechó su exposición para centrarse también en los retos que tiene Málaga como sede de la Expo 2027, «La Era Urbana: ciudades sostenibles», empezó diciendo que consideraba la educación del ciudadano esencial, y que precisamente la ciudad de Málaga había ganado un premio por el «pasaporte verde» por el que 40.000 niños han recibido ya uno cursos de formación ambiental para usar menos agua y energía, no contaminar la ciudad y cómo clasificar los residuos. «Lo bueno es que los niños transmiten bien estos conocimientos a las familias», puntualizó.

El regidor habló de la planta potabilizadora del Atabal, que permite darle uso a las aguas del complejo del Guadalhorce contaminadas por el manantial salino Meliones, así como que la factura de Emasa, que prima el ahorro, que ha conseguido bajar de 130 litros persona y día a 112. De la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos dijo que se producía energía eléctrica con biogás de los desechos, aunque todavía «hay que perfeccionarlo», y que en los mercados estaban pidiendo el esfuerzo de que se usen las menos bolsas de plástico posibles, así como que en la EMT las ruedas traseras de los vehículos son recauchutadas, y que cuando los vehículos se quedan obsoletos se les regala a otras ciudades, por ejemplo de Ucrania, Marruecos, Cuba, República Dominicana, etc.

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De la Torre subrayó que gracias a un proyecto de los fondos Next Generation europeos ya habían llegado 10 autobuses eléctricos, estaban por llegar otros diez y que habría dos de hidrógeno en la EMT, y que en cuanto la privada, se incentivaba a las empresas que usaran la fotovoltaica y también en sus construcciones a través del la rebaja de impuestos IAE y del IBI. En la construcción, explicó que se estudia que los bancos puedan ser fabricados de plástico reutilizado y que las depuradoras, concretamente la del Guadalhorce, facilitaba 2.000 litros por segundo a la planta de ciclo combinado para refrigerar y que tenía la intención de impulsar la depuración terciaria para regar, sobre todo con la depuradora de la zona oeste, La Araña, para darle servicio a la Axarquía, o para recargar el nivel freático con agua reciclada. Por último, De la Torre subrayó las campañas de concienciación para mantener limpia la ciudad, que consideró es una tarea importante.

Garmendia, para finalizar, deseó que Málaga sea la sede de la Expo 2027, y explicó que le consta que De la Torre está llamando a todas las puertas necesarias y trabajando para que eso sea posible. «¿Qué nos falta? -se preguntaba De la Torre- nos falta ganar», y así explicaba los esfuerzos que también hacen los dos embajadores de la Expo 2027 y las visitas que harán los miembros del Bureau de Exposiciones a finales de septiembre y en noviembre a Málaga.

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