El alcalde dice que exigió municipalizar Limasa para repetir como candidato pese a pactar lo contrario con Ciudadanos

Donde dije híbrido, digo público. El alcalde ha vuelto a añadir más leña al fuego al hablar del futuro de Limasa. Tras anunciar en el pasado Debate Sobre el Estado de la Ciudad que la empresa pasará a ser cien por cien municipal, ayer sostuvo que la idea la tenía en la cabeza desde hace varios años y que incluso exigió a su partido que le diera carta blanca en este asunto como condición indispensable para que repitiera como candidato pese a que había negociado lo contrario con Ciudadanos.

El regidor, que se empeñó en asegurar que él no ha cambiado de criterio, apuntó que la opción de crear una fórmula híbrida –tal y como pactó con la formación naranja el pasado mes de diciembre– sólo respondía a la necesidad de sacar adelante el presupuesto municipal. «Puse esa condición sobre la mesa como elemento de convicción porque considero que es constructivo y positivo para todos», dijo ayer.

De la Torre, que se mostró molesto con el intento del PSOE de llevar la iniciativa en este asunto, añadió que no ha dado este paso hasta que se han producido todos los condicionantes necesarios y «tras un proceso de reflexión interna en el seno del grupo popular en donde ha influido el hecho de que sea candidato». En este sentido apuntó que hacerlo de inmediato, como pide el grupo socialista, no es posible porque requiere llegar a acuerdos con los trabajadores y definir el modelo y la forma en la que se harían las encuestas para conocer la opinión de los residentes y revocar la decisión si fuera finalmente necesario. «La ventaja de la encuesta es que los vecinos se dan cuenta también que una gran parte de esa satisfacción depende de la conducta de cada uno; es un componente de innovación formidable», apuntó.

Sobre la posibilidad de que se pudiera dar marcha atrás en la municipalización en función de lo que opinen los ciudadanos, De la Torre desveló que ya ha pedido a empresas especializadas en encuestas que le informen de cuál es ese mecanismo de medición más convincente. «No hay ninguna ciudad de España ni de Europa que tenga ese modelo que va por un camino pero puede ser reversible si no se trabaja adecuadamente».

En referencia a las exigencias de los trabajadores, que se niegan a perder poder adquisitivo porque las condiciones han cambiado respecto a los acuerdos alcanzados en el año 2016, el regidor apuntó a la posibilidad de «empezar desde cero» y negociar las condiciones necesarias. De la Torre insistió en su idea de que el salario tendría una parte ligada a la productividad y que eso no tendría que ver con el convenio. «No es que se renuncie (a las pagas), es que se pueda hablar y se negocie de buena fe».

Sin confirmar ni desmentir, fuentes del PP provincial, preguntadas por este medio, aseguraron que respetan las declaraciones del alcalde aunque, de momento, no van a hacer valoraciones al respecto.

A quien no sentó nada bien este cambio de criterio fue al grupo Ciudadanos, con quien De la Torre había acordado la creación de una empresa híbrida. El portavoz del grupo, Juan Cassá, no se mordió la lengua al afirmar que el alcalde es una persona cuya palabra «vale poco» y se tomó este cambio de criterio como una afrenta. «Me disgusta que ahora diga lo contrario y nos lo anotamos para futuras negociaciones; dentro de once meses hay elecciones municipales y esto nos hará replantearnos muchas cosas».

Las palabras del regidor se produjeron apenas unas horas después de que el grupo municipal socialista anunciara que va a presentar una moción para que este cambio se aplique de forma inmediata y para que se respeten todos los derechos de los trabajadores. El portavoz municipal, Daniel Pérez, criticó la intención mostrada por parte del alcalde de «no querer respetar los derechos adquiridos de los trabajadores con el paso de los años y sus diferentes convenios y que han sido confirmados en reiteradas sentencias judiciales».

Para evitar una municipalización que ellos consideran descafeinada, el socialista anunció que van a presentar una moción con el objetivo de que «el equipo de gobierno sea coherente, la vote favorablemente y deje de cambiar de postura en un tema tan sensible para Málaga». Para ello, la concejala Begoña Medina consideró fundamental consensuar con el resto de grupos municipales las personas que se encargarán del cambio.