El albañil al que se investiga por abusos en Málaga fue condenado por compartir porno infantil en la red

Son nuevos datos que se van conociendo a raíz que avanzan las pesquisas para esclarecer las dos líneas de investigación que hay abiertas tras el suceso ocurrido el pasado 27 de enero en la zona oeste de la capital malagueña. Aquel día, una mujer, después de que su sobrina le contara que el padre de una compañera de clase le había realizado tocamientos, le dio una paliza al sospechoso, al que había engañado para que fuera a su casa con la excusa de hacerle una reforma después de enterarse de que era albañil.

La primera de las vías de investigación trata de averiguar como se produjo esa agresión. La mujer, que fue detenida, confesó que le había golpeado con la pata de una silla de madera y que ella era la única persona que había participado en el ataque, aunque se analiza si fueron más. Una familiar que estaba con ella tras los hechos dijo que la encontró en la casa limpiando la sangre y repitiendo: «Nadie abusa de ella».

La segunda línea de investigación se centra en esos presuntos abusos sexuales. Tal y como avanzó este periódico, para arrojar luz sobre lo ocurrido, se está investigando el teléfono del sospechoso, ya que podría incluso haberle propuesto a la menor mantener relaciones sexuales y hasta que le enviara imágenes de tipo sexual, a lo que ella se negó.

De los trabajos realizados por los policías nacionales también se desprendió que al hombre le constaban media docena de reseñas policiales, con varias detenciones por delitos contra la libertad sexual. Es respecto a uno de estos arrestos a los que se refiere la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, en la que se recoge que el albañil fue condenado en 2011 por un delito de posesión y distribución de pornografía infantil.

El aviso que llevó hasta él fue emitido por la Policía Federal de Brasil. En concreto, transmitió una alerta a 75 países del mundo en los que se estaban compartiendo a través de la red archivos de tipo pedófilas, dando pie así a la bautizada como 'operación Carrusel', que se convirtió en la más grande que se había hecho hasta la fecha en España contra la pornografía infantil.

En la sentencia se expone que el hombre transmitió al resto de usuarios de la red tres archivos, los cuales, tras ser examinados por la Policía Nacional, resultaron ser vídeos que contenían imágenes de pornografía infantil. Estas las compartía el albañil, junto con otras 1.668 personas en España, mediante un programa informático.

Después de descubrirlo, los agentes hicieron un registro en su casa, ubicada en Málaga, donde encontraron muchos archivos del mismo tipo. Por todo ello, fue condenado como autor de un delito de posesión y distribución de pornografía infantil a dos años de prisión y se le prohibió ejercer cualquier profesión en la que pudiera tener contacto con menores de edad.