Ainhoa ha vuelto hoy al cole: «Estaba loca por ver a todos mis amigos»

En el mismo centro educativo estudian Ainhoa, Nora y Saúl, tres hermanos que han llegado a la puerta del colegio una hora antes de que comiencen las clases. "Estamos todos muy nerviosos pero la vuelta al cole era necesaria", reseña la madre. "Es importante que retomen el contacto porque hace muchos meses que no se ven", añade. "Pues yo estoy loca por ver ya a mis amigos", espeta Ainhoa.

La entrada a este nuevo curso ha sido escalonada y la nueva normalidad de la Covid-19 ha provocado la desaparición de las grandes maletas con ruedas, que se han sustituido por pequeñas bolsas lavables y cajas de plástico. En los centros educativos han exigido a las familias que los niños acudan con maletas pequeñas que se puedan lavar y, además, una caja de plástico que se cierre para que cada alumno guarde su material escolar. "Lo mejor de todo es que los niños no van a tener que cargar con todos los libros cada día", opina Laura, otra madre.

La Consejería de Educación ha dado libertad a los centros para que determinen la mejor forma de entrada al colegio, por lo que cada equipo directivo se las ha ingeniado de forma diferente. En el caso de CEIP Mar Argentea, en Torremolinos, los alumnos han entrado por diferentes puertas y con una diferencia de apenas diez minutos, lo que ha provocado un aluvión de padres y niños amontonados en las puertas del edificio. Sandra, la madre de una niña de 5º de Primaria, fue de las primeras en llegar y se sorprendió al ver tantos padres. "Si esto pasa el primer día; no me quiero imaginar lo que ocurrirá dentro de una semana".

También en este centro, Marcos León alababa la labor que han desarrollado los profesores de todos los centros. "Ha habido mucha desorganización, pero los profesores han hecho todo lo que está en su mano para que los alumnos vuelven en las mejores condiciones".