Mapa de presencia del Covid-19 en la red de saneamiento de Málaga capital. sur

Málaga anticipa la expansión del Covid-19 en los barrios con el análisis de las aguas fecales

Las muestras que cada semana realiza Emasa en 16 puntos de la red de saneamiento y en las dos depuradoras evidencian la presencia del virus

Miércoles, 2 de diciembre 2020, 00:49

Las aguas residuales se han convertido en un aliado más de las autoridades sanitarias para seguir el rastro que deja el Covid-19. Pero ... teniendo en cuenta que el virus se excreta a través de las heces desde la etapa inicial del contagio incluso antes de que puedan aparecer los primeros síntomas, su papel puede ser muy efectivo a la hora de anticipar la evolución de la pandemia en una zona concreta. Para avanzar en esta línea de alerta temprana, Emasa tiene dividida la red de saneamiento de la ciudad de Málaga en 16 sectores desde lo que se toman muestras todos los lunes. De esta forma, se consigue una localización más concreta de la presencia de coronavirus que la que arrojan los análisis de las aguas fecales que la empresa municipal viene realizando desde finales de abril en las depuradoras del Guadalhorce y Peñón del Cuervo en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

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La foto fija que ofrece el mapa de seguimiento a día de hoy no deja margen para la sorpresa, ya que prácticamente toda la ciudad está teñida de rojo, color seleccionado cuando se detecta material genético del SARS-CoV-2. En cambio, si se compara la evolución de los resultados desde las primeras muestras a comienzos de octubre se evidencia el avance de la segunda ola, aunque en las últimas semanas se atisba cierta estabilización. Así, el primer mapa alertaba de la presencia de restos de coronavirus en la zona norte y centro de la capital (Ciudad Jardín, Palma-Palmilla y Centro), además de en El Limonar, El Palo, la Misericordia y Cruz del Humilladero. Por su parte, en el del 23 de noviembre las únicas canalizaciones donde no se detectó el virus fue en las de Campanillas, el entorno de Guadalmar y San Julián y las áreas industriales de Mercamálaga y el polígono Trévenez.

Un técnico de Emasa recoge una muestra en la depuradora del Guadalhorce. sur

En cualquier caso, desde Emasa precisan que aunque las muestras se realizan siempre a la misma hora en cada punto para así poder comparar, los resultados pueden variar en función de las condiciones del agua en ese momento (si ha llovido o hay una concentración elevada de detergente, por ejemplo). Además, estos análisis tipo PCR funcionan a partir de un determinado umbral, de forma que cuando dan cero no quiere decir que no haya virus, sino que se ha podido detectar. Para ser lo más certeros posibles, cada toma se divide en dos fragmentos que se analizan por separado en un laboratorio de Alicante. Los resultados se conocen en 72 horas.

Un paso más

«Al repuntar los contagios en septiembre decidimos ser más ambiciosos y realizar mediciones más concretas que permitieran saber en qué barrios hay casos. Ahora mismo es difícil de controlar porque el virus vuelve a estar muy extendido, pero cuando esté estabilizado sí que nos va a servir para detectar posibles brotes», explica la concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Gemma del Corral.

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De momento, estos análisis sólo confirman si hay o no trazas del virus. En caso positivo, indican cierta graduación de intensidad, que si bien por ahora es pequeña sí que constata cómo la carga viral es más consistente en las zonas más pobladas. Pero el objetivo es seguir profundizando para obtener una información más detallada que permita adelantar la toma de decisiones para frenar su expansión.

Emasa colabora con Junta y Gobierno en sendos proyectos de vigilancia de las aguas residuales

Las muestras se toman todos los lunes y los resultados son remitidos tanto al Ayuntamiento, que cada martes tiene una reunión en los que se cruzan distintos datos sobre la pandemia, como a la Junta de Andalucía, que está impulsando la creación de una red de vigilancia de aguas residuales que sirva para establecer mecanismos que permitan usar este tipo de análisis como indicador o alerta temprana no sólo referentes al Covid-19 si no también ante otras circunstancias que puedan producirse en el futuro.

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De forma paralela, las muestras obtenidas en la depuradora del Guadalhorce se incluyen en el programa Vatar (Vigilancia de Alerta Temprana de Aguas Residuales) que están desarrollando los ministerios de Sanidad y de Transición Ecológica para mejorar la detección del virus y la interpretación de los resultados.

A la hora de dividir la ciudad, Emasa ha seleccionado los 16 puntos de extracción de las muestras donde las aguas de una zona no se mezclan con las de otras, de forma que estén lo suficientemente alejados como para poder abarcar áreas completas y, a su vez, lo necesariamente cercanos al lugar de vertido para que el material genético no se degrade. Ocho extracciones se realizan en puntos de la red de saneamiento junto antes de que confluyan con otras tuberías y las otras ocho en sendas estaciones de bombeo. De este modo, los 16 sectores son los siguientes: Campanillas, Mercamálaga-Polígono Trévenez-CTM, Guadalmar-Aeropuerto, Churriana, Polígono Guadalhorce-San Luis; Puerto de la Torre-Teatinos, Misericordia, Térmica, Princesa, El Bulto, Arroyo del Cuarto (Bailén-Miraflores), la cuenca oeste del Guadalmedina (Virreina, Palma-Palmilla), la este (Ciudad Jardín, Molinillo, Centro), Miramar-Limonar, Pedregalejo y El Palo.

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¿En qué consisten las mediciones?

La técnica para detectar el Covid-19 en las aguas fecales es la RT-qPCR, que usa la reacción en cadena de la polimerasa para localizar y cuantificar el ARN (ácido ribonucleico) del virus. Cada lunes, técnicos de Emasa recogen una pequeña cantidad de agua sin depurar que guardan en recipientes etiquetados y se envían a un laboratorio de Alicante, donde se analizan para detectar posibles fragmentos de coronavirus que hayan podido ser excretados con las heces de personas infectadas, dando positivo tanto si hay síntomas como si no.

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