Adiós a un secretario de bandera

Gutiérrez Colomina dice adiós al Ayuntamiento con 70 años, pero no se jubila del todo porque a él, en el fondo, le va la marcha, y siendo profesor titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Málaga seguirá de docente hasta que finalice el actual curso en octubre. Hay gente que no debería marcharse nunca. De Gutiérrez Colomina hay decenas de loas que contar, pero en el ámbito más personal, que es lo que al final nos queda a todos, ha sido siempre un profesor de lo más pedagógico y didáctico enseñando a concejales del equipo de gobierno y de la oposición, gerentes de empresas y organismos autónomos municipales e incluso a periodistas a conocer e interpretar la ley. Nunca estuvo la puerta de su despacho cerrada. Valedor de la transparencia, una palabra que está muy de moda, pero que pocos practican, ha implementado con ayuda del CEMI la retransmisión de los plenos y las vídeoactas, y tiene en su haber el primer pleno telemático de la historia de Málaga. Merecedor de múltiples reconocimientos, dos de los que más ilusión le han hecho los últimos años fue el Premio Andalucía de Urbanismo, un galardón que agradeció enormemente porque se trata de un área en la que es experto, pero en su papel de jurista, y el año pasado en que fue laureado con la Cruz de Primera Clase de la Orden de Raimundo de Peñafort, que concede del Ministerio de Justicia. El summum para los que visten toga, que en este caso recaía de forma inusual en un habilitado nacional.

Profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Granada, gerente de Urbanismo en Málaga, secretario general del Ayuntamiento de Sevilla, secretario general de la Consejería de Empleo, secretario del Consejo de Administración del Málaga CF y colaborador en los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga y Sevilla, Venancio se va del Ayuntamiento pero deja su estela. Se le va a echar de menos.