Adiós a la ola del Melillero: el verdadero final del ferry 'Alcántara'

«Adiós a la ola del Melillero». Así comienzan la mayor parte de las publicaciones: pues es normal que a uno le toque la fibra. «¿Qué le pasa a nuestra ola?», se preguntan muchos. Le acompaña una publicación especializada en Marina 'puentedemando.com', en la que se lee 'El monocasco 'Alcántara', desguazado en Corea del Sur'. Juan Carlos Diaz Lorenzo, autor de la web, cuenta en el artículo cómo «el buque de alta velocidad 'Royal Star', ex 'Alcántara', de Compañía Trasmediterránea ha sido desguazado en Corea del Sur, tras tres últimos años de servicio de Sea World Express Ferry Co. Ltd., con sede en Okpo«. Antes, también prestó servicio en las líneas Algeciras-Ceuta, Algeciras-Tánger, Ibiza-Denia y Málaga-Melilla, donde pasó a ser unos de los artífices de nuestra ola.

El primer error de los melancólicos usuarios es que, aunque el artículo de 'puentedemando.com' parece reciente, porque su fecha de actualización es del 30 de octubre de este 2020, los hechos en él relatados se remontan a 2015. Una confusión que ha llevado a 'resucitar' la noticia del que fuera ferry Málaga-Melilla, que lleva ya media década convertido en chatarra. El otro fallo de quienes reenvían la noticia, es considerar que el 'Alcántara' fuera el único o principal artífice de la ola del Melillero: ni lo uno ni lo otro. Es más, la ola del Melillero aún no ha roto por última vez.

Como explica Ignacio Lillo en su artículo '¿Por qué este año se nota menos la ola del Melillero?' (SUR, 2018), desde hace dos años la ola más malagueña reducía sus apariciones: «Primero, porque el ferry rápido de Trasmediterranea sólo haría salidas y entradas los viernes de verano. Y segundo, porque estas se van a producir en horarios con poca afluencia de bañistas en las playas malagueñas«. De hecho, este verano 2020 la operadora Transmediterránea no ha establecido este servicio rápido, porque la pandemia ha dado carpetazo la Operación Paso del Estrecho. Pero no, no ha sido el adiós de la ola del Melillero. Quizá ya no inunde la playa a media tarde, arrancando las risas de los más espabilados a costa de los despitados, pero el de 2020 ha sido solo un hasta luego.