El PP y Adelante Málaga coinciden en usar el remanente del presupuesto y en crear una renta básica

La comisión especial informativa Covid-19 del Ayuntamiento de Málaga, que se celebra a la extraña hora de las 13,30 horas para que si pudiera tener algún impacto mediático éste se reduzca a bajo mínimos, ha dejado esta tarde un par de coincidencias entre partidos que están en las antípodas ideológicas que son más que reseñables: el PP y Adelante Málaga se han posicionado a favor de que los ayuntamientos puedan usar el remanente de sus presupuestos de 2019 o lo que vienen siendo sus ahorros; y en que se cree una renta básica. Curiosas las coincidencias, sobre todo porque se quedaron en eso, ya que en una comisión informativa, que no tiene carácter propositiva ni asistencia de público, no se vota sobre ninguna cuestión. El decreto de alarma interrumpió la vida institucional normalizada.

Volviendo a los puntos de encuentro, el concejal de Economía, Carlos Conde, siguió pidiendo por activa y por pasiva el uso del remanente, 48,6 millones de euros en el Ayuntamiento de Málaga, y explicando que es un clamor de todos los municipios de España, unos 8.000, a excepción del de Dos Hermanas, cuyo alcalde, «Toscano es la mano derecha de Sánchez». Conde los pedía de nuevo para implementar el plan de emergencia social de la ciudad de Málaga y las medidas sociales a poner en marcha así como para la reactivación económica de la ciudad, puntos con los que estuvo decididamente de acuerdo el concejal de Adelante Málaga (Podemos e IU), Nicolás Sguiglia, quien consideró importante que el remanente se pongan al servicio de los ciudadanos y de un impulso económico, que se flexibilice la Ley Presupuestaria, pero no sin condicionamientos de uso, sino para realmente estas dos cuestiones, «ya que han sido muchas veces las que la discrecionalidad han hecho que ustedes sólo enriquezcan el bolsillo de unos pocos». No obstante, Sguiglia le apuntó a Conde que podía empezar tirando de los 8 millones de euros del montante de 48,6 (el 20%), que sí pueden destinar a esos usos gracias al decreto del Gobierno por el estado de alarma. El concejal de Economía volvió a incidir en que no estaban pidiendo dinero sino permiso para usar los ahorros del Ayuntamiento, y puso sobre la mesa que el plan de mejoras fiscales habían tenido a 27.000 beneficiados, que se habían ahorrado 833.000 euros, que dejaba de ingresar el Consistorio, y que otros 200.000 ciudadanos habían aplazado pagos por valor de 58 millones de euros.

La siguiente coincidencia venía por el entendimiento que mostraron tanto el edil de Derechos Sociales, Francisco Pomares; como la concejala de Adelante Paqui Macías sobre la necesidad de poner en marcha una renta básica en el país, que Pomares cifró que necesitaban en la ciudad unas 4.000 familias. Macías afirmó que su partido, Unidas Podemos en España, había reclamado una renta mínima vital en estos momentos de crisis, que podría acabar siendo una renta mínima.

Donde no hubo tanta coincidencia fue en la propuesta de Begoña Medina, bueno más bien el ruego que se hizo más largo de lo debido, y que recibió las críticas de Elisa Pérez de Siles. Medina recordaba que el portavoz Dani Pérez había escrito una carta al alcalde pidiéndole un plan de emergencia y recuperación social de la ciudad de Málaga; ni tampoco la hubo en el gran pacto social que reclamaba el portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla, haciéndoles ver al equipo de gobierno que en la actualidad estaban en minoría con la salida de Juan Cassá del grupo municipal de Ciudadanos, concretamente 15 concejales frente a 15 de la oposición. Zorrilla pedía invitar a dialogar a todos los agentes sociales y económicos, vecinos, sectores cultura, deportivo y turístico, sindicatos, etc, para poner en marcha una mesa de trabajo, que la portavoz popular Elisa Pérez de Siles, no vio consistente habida cuenta de que Málaga cuenta con el Consejo Social de la Ciudad para vertebrar propuestas de este tipo «aunque le agradeció la mano tendida».

El portavoz socialista Dani Pérez, que sigue sin pronunciarse sobre el movimiento político de Juan Cassá, subrayó que el equipo de gobierno seguía teniendo la lealtad de su grupo municipal, pero a cambio, o como contrapartida pidió la misma lealtad con el Gobierno de la nación. En su discurso, además de desearle una pronta recuperación al alcalde, no dudó en hablar de la falta de liderazgo que había en la ciudad. Y cierta razón no le faltaba porque la alcaldesa accidental Susana Carillo no daba daba cuenta de la gestión del equipo de gobierno siendo ella la portavoz de este equipo porque estaba asistiendo a una vídeoconferencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que en el Ayuntamiento consideraban de suma importancia. No obstante, una circunstancia que hubiera sido improbable con el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, convaleciente, que asistía siempre y rigurosamente a los plenos, ya que los presidía y ejercía regidor, y que cambiaba de fecha si no le era posible atenderlos. En esta tesitura, el peso del equipo de gobierno recayó en las explicaciones sobre las acciones durante la crisis que se estaban llevando desde el Ayuntamiento por parte del área Económica, así como del área de Derechos Sociales, donde Francisco Pomares volvió a explicar que el primer plan de emergencia social, dotado con 3 millones de euros, había servido para asistir a 15.000 familias, aunque las necesidades ahora habían crecido hasta las 20.000. También intervino como vicepresidenta de la comisión la portavoz popular Elisa Pérez de Siles, que fue la que dirigió el encuentro, en el que participaron dos miembros de la Secretaría General.