Un acuerdo provisional salva el tráfico de mercancías entre el Puerto de Málaga y Tánger

El hecho de que los llamados servicios paraduaneros no estuvieran habilitados en Málaga para trabajar los sábados ni los domingos supuso un varapalo importante, ya que las cargas de la nueva conexión se marcharon de nuevo a Algeciras y a Motril, donde sí los tienen. Este problema va mucho más allá de no poder operar dos días a la semana: los operadores logísticos que habían apostado por trabajar desde el muelle de Heredia amenazaron con retirarse porque necesitan una continuidad los siete días. Y con ellos se iría también una importante carga de trabajo para los estibadores malagueños.

Una reunión de urgencia que tuvo lugar el martes en la Autoridad Portuaria, con la presencia de representantes de los servicios aduaneros, paraduaneros, Subdelegación del Gobierno y fuerzas de seguridad, entre otros, ha permitido que el próximo fin de semana sí se pueda cubrir la recién estrenada línea marítima de importación y exportación con Marruecos, a cargo de Marítima Peregar.

El escollo surgió por la falta de personal y por cuestiones relacionadas con la categoría profesional de los funcionarios en tres unidades administrativas clave que intervienen en estas tareas de tráfico internacional: Inspección de Sanidad Exterior, Fitosanitaria y SOIVRE.

Este último es un certificado emitido por el Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación Aduanera (SOIVRE), que garantiza que las mercancías cumplen con todas aquellas exigencias de calidad y de la normativa española y por lo tanto es apto para su exportación.

En los tres casos, este incremento de personal o el cambio de la categoría de los especialistas depende de organismos del Estado: Fitosanitario, del Ministerio de Agricultura; Soivre, de Industria, Comercio y Turismo; y Sanidad Exterior, de Sanidad.

Un portavoz de la Subdelegación del Gobierno en Málaga explica que en la reunión de ayer se acordó que «de manera temporal y transitoria» los actuales veterinarios del Puerto hagan los controles durante los próximos fines de semana, hasta que se produzca la contratación de otro funcionario interino, que llevará a cabo la propia Subdelegación, y que ya se ha aprobado a nivel presupuestario. De esta forma, a medio plazo se espera que ya quede solucionado definitivamente.

«Había un déficit arrastrado durante años, y este Gobierno ha duplicado el número de Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) en los puertos españoles para facilitar estas labores», aseguran estas fuentes.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, corrobora que los inspectores se han comprometido a dar salida a los próximos fines de semana; y añade que el subdelegado, Javier Salas, le ha informado de que ya tiene autorizada la contratación de un inspector interino, para cubrir esos huecos.

«Es un avance muy importante. Al menos, en el corto plazo ya tenemos la posibilidad de que la línea se sostenga y siga operando, pero no es la solución definitiva, que pasa por un reforzamiento general de la plantilla, o por un cambio de sistema».

En cambio, a largo plazo, para garantizar la supervivencia de la conexión recién estrenada es necesario que el Gobierno central establezca un calendario H12 (apertura durante doce horas diarias, de lunes a domingo) como hay en Motril; mientras que en Algeciras es superior, de H24.

La compañía Marítima Peregar es la impulsora del nuevo servicio de mercancías con Marruecos. Su administrador, Joaquín Pérez-Muñoz, no esconde su indignación por lo que se vivió el pasado fin de semana. «Fue un desastre, no se pudo despachar nada el sábado ni el domingo, y las mercancías se fueron a Motril y a Algeciras», denuncia.

«Es un tema crítico porque los clientes no van a cambiar su logística a Málaga si sólo se puede trabajar de lunes a viernes, se van a quedar donde puedan estar también los sábados y domingos». El empresario tiene claro que este problema lo tiene que solventar el Gobierno central.

Sobre la solución temporal que se ha acordado, Pérez-Muñoz agradece encarecidamente el «esfuerzo personal» que van a hacer los funcionarios de estos servicios por mantener la línea a flote, «pero no se le da una solución definitiva desde la Administración, el problema no está solventado para nada».

A su juicio, de momento sólo se ha conseguido una solución «parcial y temporal», gracias a la buena disposición de los profesionales de los servicios paraduaneros; pero esta cuestión requiere de una respuesta más profunda, mediante el cambio de categoría, el pago de los complementos correspondientes y la incorporación de nuevos funcionarios.

Otro de los colectivos afectados es el de los estibadores, que perderían muchos jornales si la línea se fuera a pique. A consultas de SUR, fuentes del Comité de Estiba emplazan a la reunión que van a tener sobre este tema con el subdelegado del Gobierno, que está prevista la semana que viene, y tras lo cual valorarán la situación.