Una sesión marrullera, plagada de enmiendas, ausencias y gritos

Sesión estresante, con derivas poco elegantes y subidas de tono. Si hubiese que dedicarle un solo adjetivo, no habría que darle muchas vueltas: marrullera. Apenas se hizo el silencio cuando hablaban los ediles porque seguían cuchicheando sus compañeros, a lo que se sumaba el runrún de la sillería, así que acabaron instaurando el corral de comedias de la nueva era:el público también participa, y así el feed-back era continuo. Los gritos empezaron bien temprano con el nerviosismo de los vecinos de Eugenio Gross y su negativa al metro al Civil. La democracia de nuevo cuño:se expresaban a placer y pocas veces el alcalde, Francisco de la Torre, cuyo grupo popular los había invitado, les llamaba la atención. El circo corría a su favor. Luego le tocó al regidor ser condescendiente con las quejas de los bomberos, y el último speech de uno de ellos muy enfadado:«Los intereses de su partido parecen que están por encima del bien general, y lo que es peor, por encima de los intereses de los ciudadanos». Las cuatro iniciativas del suburbano, del PP, PSOE, Ciudadanos e IU-Málaga para la Gente provocaron un totum revolutum de enmiendas, sobreenmiendas y posicionamientos que se hizo insoportable. Faltaba el aire.

De la Torre se dirigía al edil socialista Sergio Brenes y a navegantes haciéndoles saber que tenía salud para seguir en su puesto. Brenes le contestaba de aquella manera:«El que ha puesto más mala cara que los pollos del Pryca es Elías Bendodo cuando usted le ha dicho que seguía de alcalde». Como cualquier corral de comedias que se precie, la sillería se desternillaba. El primogénito, sin comerlo ni beberlo esta vez, entraba en el hipermercado y se instalaba en el refrigerador de la carnicería para algarabía del respetable. El siguiente zasca al regidor corría a cuenta del líder de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, que le decía que era como el personaje de Paco Martínez Soria, Don Erre que Erre, y que no les iba a convencer con sus argumentos del metro. El líder de Ciudadanos, Juan Cassá, se animaba y entraba a repartir diciéndole al edil socialista Francisco Conejo que era especialista en sacar conejos de la chistera, y a Bendodo, que siempre estaba echándole las culpas a los demás. Aprovechaba además para defender a De la Torre al afirmar que la estabilidad en la ciudad funciona por el marco institucional entre el PP y Ciudadanos.

Los ediles populares se levantaban en tropel y dejaron en dos ocasiones su bancada casi vacía. No en vano perdieron, pese a que les apoyaba Ciudadanos, una moción socialista para llevar las conclusiones del fiasco de Art Natura a la Fiscalía. Lo que no había ganado el PSOEen la propia comisión de investigación lo conseguía en el pleno con el desbarajuste popular. De traca.

Lo más reposado. El interventor y un recuerdo a pablo podadera

La novedad plenaria se instalaba bien temprano en la mesa presidencial. Habemus nuevo interventor tras dos accidentales.Por fin. El secretario general, Venancio Gutiérrez Colomina, hacía de amable cicerone y presentaba a los ediles a Fermín Vallecillo, antes responsable en estas lides en la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental. Más tarde, el regidor también le daba la bienvenida nada más empezar la sesión. Bien temprano, a las nueve, había tomado posesión en Alcaldía.

De las pocas iniciativas que de verdad aunaron la buena voluntad de toda la corporación fue la moción institucional a favor del joven asesinado a la puerta de una discoteca del Centro Pablo Podadera, por lo que el pleno de Málaga trasladó su sentir a la familia, amigos y a la sociedad malagueña y rechazó cualquier acto violento y cualquier manifestación que atente contra la Declaración de los Derechos Humanos.