El contrato de Limasa se prorroga desde el lunes mientras siguen las dudas sobre su futuro

Que la concesión del servicio de limpieza viaria y recogida de basuras en Málaga expiraba este domingo se sabía desde que hace justo 16 años se puso en marcha Limasa 3. En el Ayuntamiento de Málaga también son conscientes, y así se han pronunciado en reiteradas ocasiones, de que el modelo de gestión mixta no ha funcionado. Pero pese a ello, la realidad es que el sistema actual se va a prolongar al menos para todo lo que queda de año. Como ya ocurrió con Limasa 1 y Limasa 2, la prórroga del contrato se activa este lunes 17, pero la diferencia esta vez es que lo hará de forma indefinida hasta que el equipo de gobierno del PP salve sus discrepancias internas y decida si municipaliza el servicio o lo deja íntegramente en manos privadas.

Tanto para una como para otra opción, los populares tienen los apoyos necesarios en el Salón de Plenos (el bloque de izquierdas defiende un modelo público y Ciudadanos la externalización), pero a día de hoy nada ha cambiado desde que a finales de enero el alcalde se vio obligado a echar el freno en su predisposición a municipalizar (alcanzó un principio de acuerdo con los sindicatos) ante el rechazo de sus propios concejales, expresado públicamente por algunos pesos pesados como el portavoz del equipo de gobierno, Carlos Conde, y el responsable de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez.

Para tratar de atajar esta rebelión, escenificada apenas un mes después de que Francisco de la Torre anunciara su retirada cuando concluya el mandato en 2019 (posteriormente ha dicho que se lo pensará), al regidor no le quedó otra que paralizarlo todo y encargar a sus respectivas áreas nuevos informes económicos, jurídicos y técnicos para analizar los pros y los contras de ambos modelos.

Inversión y plantilla

Por si fueran pocos, hace apenas dos semanas se han encargado otros a dos consultoras externas porque al margen de las cuestiones económicas, aún no tienen claro cómo se realizaría una hipotética incorporación de la plantilla al holding municipal, a pesar de que el Ministerio de Administraciones Públicas ya dio su aval el pasado septiembre asegurando que podrían hacerlo como personal indefinido, pero sin tener la condición de empleado público.

En materia de personal, la municipalización resultaría más beneficiosa al ahorrarse unos seis millones anuales del IVA por la mano de obra, pero las dudas surgen a la hora de afrontar los cerca de cien millones necesarios para modernizar el servicio, destacando los aproximadamente 50 millones que costaría renovar la flota. Ya sea una gestión directa o externalizada, el desembolso será asumido por las arcas locales, pero a la hora de financiarlo sí que hay diferencias, puesto que con un sistema público sería el Ayuntamiento el que tendría que afrontar directamente la inversión, mientras que en caso de privatización, el gasto lo asumiría la empresa concesionaria y el Consistorio iría amortizándolo durante los años de vigencia del contrato, que en principio se baraja que no sean más de ocho.

Ante este panorama de indefinición, tanto en la oposición como en la plantilla de Limasa se ha instalado el temor de que la prórroga se pueda prolongar hasta el final del mandato para que sea la futura Corporación la que dé el paso. El alcalde lo niega y asegura que deshojará la margarita antes del verano, pero tampoco sería la primera vez que le pone fecha a una decisión que no acaba de adoptar. En cualquier caso, independientemente de la opción que elija, el procedimiento administrativo se va a comer prácticamente todo lo que queda de año, y más aún si se sacara a concurso porque un contrato tan cuantioso (96 millones anuales) atraería un aluvión de ofertas. A modo de referencia, la nueva concesión para el mantenimiento de los parques y jardines, por un importe de 12,4 millones anuales, necesitó justo un año desde que se licitó hasta que se adjudicó el pasado febrero.