«A los niños hay que educarles para que puedan defenderse ante posibles abusos»

El caso de supuestos abusos sexuales a niñas de un colegio de Torre del Mar ha generado inquietud entre los padres, que en muchos casos no están preparados para explicar a sus hijos este tipo de noticias. Para Marienna Santiago Toro, licenciada en Psicología por la UMA, experta en psicología forense y acreditada en catástrofes y emergencias por el Colegio Oficial de Psicólogos, hay una premisa fundamental en estos casos: claridad y sinceridad con los menores.

Un caso como el que ha ocurrido en Torre del Mar, ¿cómo suele manifestarse?

Normalmente suelen presentarse diferentes sintomatologías por parte del niño o niña, como comportamientos extraños, aislamiento, irritabilidad. También pueden aparecer conductas agresivas, o bajo rendimiento académico. Pero no todos los síntomas de manera simultánea, aunque sí algunos. Entonces son indicadores de que algo está pasando en el menor y hay que atenderlo con urgencia.

La gravedad estará también ligada a la edad del niño o niña...

Sí, no es lo mismo con 4 o 5 años o con 10 o 12, cuando los menores ya tienen conocimiento de lo que está pasando. Estas situaciones producen un impacto emocional muy alto, que también está en relación con el grado de vínculo, si es padre o familiar o una persona ajena, como profesor, amigos o extraños.

Los compañeros de clase, ¿también se ven afectados por un suceso así?

Los niños pueden sufrir traumas por lo que ha sucedido a un compañero. Les afecta también de manera muy directa y por esto hay que decirles la verdad, en un lenguaje claro y sincero, con un acercamiento cariñoso y afectivo, de manera que el niño o niña tenga confianza para expresar sus angustias y preocupaciones y resolverle todas las dudas que planteen. Pero tampoco es bueno dar más información de la necesaria, y me refiero a entrar en aspectos escabrosos o macabros, o que estén fuera de lugar.

En muchos casos hay una tendencia a ocultar esta información, a intentar tener a los pequeños protegidos de estas noticias negativas. ¿Cree que es una postura acertada?

Los niños con 10 o 12 años seguro que ya tienen móvil, o les ha llegado la noticia por los medios de comunicación, que en casos así informan con mucho detalle. Por esto los niños ya tendrán esa información y los padres deben tener una actitud de apertura y confianza con sus hijos para responder todo tipo de preguntas, enfatizando en lo que está permitido, lo que puede o no hacer un adulto, sobre lo que está bien o no. Tapar estos casos puede crear más fantasías y miedos en los niños.

¿Se puede preparar de alguna manera a los menores, siendo el sexo en muchas familias un tema un tanto tabú?

Se debe hablar y preparar a los niños con naturalidad. Por ejemplo, a partir de los 3-4 años, cuando ya tienen conciencia de la diferencia de género, se les puede hablar de lo que es apropiado o aceptable, de lo que un adulto puede pedirles o no. Decirles solo papá o mamá o el médico te pueden pedir que te bajes los pantalones. Se puede explicar al niño mediante juegos o dibujos. La sociedad mantiene estos temas como tabú, algo de lo que no se puede hablar, intentando proteger al niño, cuando es la información la que les dota de herramientas y competencias para poder protegerse. Los padres deben abordar esta temática en el ámbito familiar.

¿Qué atención cree necesaria en un caso como el de Torre del Mar?

Por lo que he leído en la prensa, el centro y la Delegación han actuado según el protocolo y correctamente. Creo que debe haber una continuidad en el trabajo; por ejemplo, los tutores y profesores deben estar atentos y mostrarse accesibles, usar diferentes espacios a lo largo del curso como las tutorías y reuniones para que los estudiantes pregunten y expresen sus miedos e inseguridades. También los psicólogos deberían acudir al centro con cierta frecuencia para tratar ciertos comportamientos que los tutores puedan ver anormales.

¿Cuál suele ser el perfil psicológico de los acosadores?

Normalmente este tipo de personas han tenido un trauma en su infancia, han sido agredidos o sufrido abusos en la infancia por parte de personas cercanas. Hay una base traumática y un desarrollo desestructurado y patológico de la personalidad.

Los compañeros de trabajo y la propia familia se ven sorprendidos por una noticia así...

El impacto emocional en la familia directa es altísimo. Es un delito, per además de una ilegalidad es un comportamiento completamente amoral. Los hijos y familia tienen una afectación psicológica que a veces reprimen por el prejuicio social o la vergüenza que pueden sentir de pedir ayuda.