El Puerto saca a subasta por segunda vez el buque de unos narcotraficantes

Al Puerto le está costando deshacerse del buque Just Reema, que hace dos años protagonizó una operación del Servicio de Vigilancia Aduanera contra el narcotráfico en la que se decomisaron 15.000 kilos de hachís ocultos en un compartimento de la embarcación, que habrían alcanzado un valor de cerca de 24 millones de euros en el mercado clandestino. El Tribunal Supremo ya ha confirmado las condenas de seis años de prisión para cada uno de los nueve tripulantes del barco, que desde junio de 2015 se encuentra atracado en el puerto de Málaga, cuyos responsables se encargan de su subasta en base a un acuerdo entre el Consejo General delPoder Judicial y el Ministerio de Fomento.

En julio del año pasado, la Autoridad Portuaria convocó una primera subasta del buque, que fue construido en 1978, y lo valoró en 401.000 euros. Sin embargo, según explicaron fuentes portuarias, nadie pujó por él y se tuvo que declarar desierta. Ayer, el Boletín Oficial de la Provincia publicó el anuncio de una segunda subasta para adjudicar esta embarcación, cuyo precio se ha rebajado en un 55% hasta los 220.550 euros.

Los posibles interesados tienen de plazo hasta el próximo 1 de marzo para presentar sus pujas. Eso sí, para poder participar en la subasta, deben ingresar una garantía del 25% del precio del buque, es decir, 55.137 euros.

El importe de la venta del barco será ingresado por el Puerto en los juzgados, si bien descontará las tarifas y los gastos generados por su estancia en los muelles malagueños. El comprador del buque tendrá que abonar los gastos de impuestos ocasionados por la compraventa.

Se trata de la única embarcación en estas circunstancias que se encuentra atracada en el puerto. En el caso de que la subasta quede desierta de nuevo, sus responsables pueden convocar cuantas sean precisas para deshacerse del barco. Además, existe la posibilidad de que, una vez declarada desierta, se pueda vender directamente a algún interesado por el último precio fijado. La ley también contempla la opción de destruir el barco si nadie puja por él, pero desde el Puerto admitieron que esto tiene un coste que es preferible evitar por ahora.