El pleno aprueba resolver el convenio de Hoyo Esparteros por ausencias del PP y equivocaciones

El último pleno municipal del año está resultando ciertamente espeso, fuera de tono en varias ocasiones y confuso en sus votaciones. El debate había sido arduo entre el equipo de gobierno del PP defendiendo el convenio de Hoyo Esparteros por el bien de la ciudad, como explicaba el edil de Urbanismo, Francisco Pomares, frente a las fuertes críticas que arreciaban por parte del proponente de la moción, Eduardo Zorrilla, sobre hacer dejación de los intereses del municipio y tener un solar ruinoso y abandonado desde hace diez años. Ciudadanos se había posicionado en contra de que se resolviera de forma unilateral por los costes que podría asumir el Ayuntamiento, que Pomares ha seguido cifrando 14 millones de euros, y tras todo este tira y afloja, salía adelante por 16 fotos a favor y 13 en contra que se resuelva el convenio con esta inmobiliaria (para cumplir los acuerdos plenarios, como se hacía mención en la iniciativa).

Todos se miraban, el alcalde dudaba de la votación y pedía volver a realizarla. Tanto la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, como Zorrilla se negaban y la primera decía que era una maniobra porque el presidente de la Diputación y concejal, Elías Bendodo, no estaba; y edil Raúl Jiménez, acababa de entrar. Los tres miembros de Ciudadanos explicaban que habían votado en contra, así que sólo cabía pensar (ya que las votaciones por grupos no aparecen en ningún panel), que algún edil pudiera haberse equivocado. En cualquier caso, las dos ausencias populares impedían que saliera adelante la votación en contra. Más tarde, fuentes del equipo de gobierno explicaban sin despeinarse que ésta es una competencia municipal, y que harán lo que consideren oportuno.

También se aprobaba que no se le diera tiempo ilimitado a Braser para hacer frente a los costos del convenio, que están en unos siete millones de euros.

Otro de los momentos extraños y agitados del día venían de la mano de una intervención del edil socialista Sergio Brenes en el estado de la empresa Smassa en la que le increpaba al alcalde Francisco de la Torre que no podía hacerse el desconocedor del despropósito de gestión de la empresa porque era el presidente del consejo de administración y que sabía bien la realidad de la misma y le criticaba por haber echado a la oposición del consejo (en la época en la que Antonio Cordero era concejal). De la Torre intervenía diciendo que era presidente del consejo de administración sólo en esta legislatura, y que en aquella época podían asistir pero no votar porque en una ocasión se posicionaron a favor de la parte privada de los aparcamientos y el Ayuntamiento perdió la votación. Siguieron enzarzándose y De la Torre le quitaba la palabra a Brenes diciéndole: Si sigue usted usando la palabra para mentir de esa manera, le quito la palabra. Es usted un filibustero.

Tras esta intervención se creaba una gresca dialéctica en la que todos hablaban a la vez, y en la que estuvieron sumidos unos diez minutos, con enfados de la bancada popular y la socialista, hasta que finalmente la portavoz socialista Mari Carmen Moreno demandaba disculpas y De la Torre las daba diciendo que filibustero, que según la Real Academia Española (RAE) es pirata, también se usa en ámbitos parlamentarios (para marear con la oratoria). Finalmente, todos apelaban al ambiente navideño y pasaba la borrasca. Se aprobaba la moción socialista de Smassa por unanimidad urgiendo al equipo de gobierno a dar toda la información sobre el espionaje a los trabajadores de la grúa, como expuso el presidente del comité de empresa, Manuel Lima, en su intervención en el pleno, así como que se convoque un consejo de administración extraordinario de Smassa para abordar este asunto, en el que se depuren responsabilidades políticas en el caso de que se estime pertinente.