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Cassá entona el 'mea culpa' con Carmen Thyssen en presencia del alcalde.
Cassá le pide perdón a la baronesa

Cassá le pide perdón a la baronesa

Se disculpa con Carmen Thyssen por votar a favor en el pleno para que saliera adelante que su hijo Borja dejase de ser patrono del Museo. Promesas incumplidas de Andrade

Pilar R. Quirós

Martes, 27 de septiembre 2016, 00:43

Generó un revuelo mediático y le dio de comer a los medios que viven de la crónica rosa y de la farándula. Fue moción una aprobada en abril con los votos a favor de Málaga Ahora, el PSOEy IU-Málaga para la Gente, y Ciudadanos, y con los del PPen contra (obviamente), que servía para exigirle al Patronato de la Fundación Palacio de Villalón que apartase como patrono a Borja Thyssen hasta que se dirimiese el juicio que tiene pendiente por un presunto delito de fraude fiscal.

De nada le sirvió la petición in extremis que realizara el alcalde Francisco de la Torre a la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, para que retirara la iniciativa. Tampoco fue efectivo que el propio abogado del vástago de Carmen Thyssen hubiese enviado un escrito poniendo a disposición el cargo de su cliente. Finalmente, hubo debate público en el pleno, que era lo que quería evitar De la Torre, así como que se aprobase lo que el primer edil suponía un agravio para la baronesa. Intervenía por Ciudadanos el edil Gonzalo Sichar, que tachaba la moción de «impecable», pero añadía una enmienda para que sólo se suspendiese a Borja como patrono en tanto se aclarase su situación jurídica.

Más tarde, el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, le hacía saber a De la Torre que no se había quedado satisfecho con este posicionamiento y que quería, lo antes posible, hablar con la baronesa de lo sucedido. Entre medidas, Carmen Thyssen aprovechaba una de las reuniones del Patronato para expresar que se sentía dolida por la decisión que se había tomado en Málaga, y que su hijo acabaría siendo el heredero de las obras del museo de la ciudad. En junio, el Patronato de la Fundación Palacio de Villalón realizaba una sesión extraordinaria y urgente, en la Borja Thyssen ponía en conocimiento su dimisión como patrono y la incorporación en su puesto de Guillermo Cervera, sobrino de la baronesa. En el escrito que el dimitido hizo llegar al encuentro lamentaba «enormemente la deleznable instrumentalización que han realizado determinados grupos políticos de una serie de circunstancias estrictamente personales que, por otro lado, están siendo rebatidas por mi parte en sede judicial».

Ayer fue el día. «Mis humildes disculpas»

Pues bien, el líder del equipo naranja enmendó ayer la plana a su compañero de filas Gonzalo Sichar por su discurso en el pleno y se disculpó por su voto a favor de la iniciativa.

«Esa misma tarde, valorando nuestro posicionamiento con mayor reflexión nos dimos cuenta que nos habíamos equivocado», explicaban en Ciudadanos. Ayer fue el día en el que el alcalde presentó a Cassá a la baronesa. No importó que el acto fuese a empezar a las doce, y que la misma hubiese llegado un poco tarde. Antes de que Carmen Thyssen inaugurara la exposición de Sorolla, Cassá entonaba el mea culpa. «Le presentó mis humildes disculpas...» fue el inicio de la frase del líder naranja, que en otras ocasiones ha demostrado que se guarda el orgullo en un cajón y que sabe disculparse cuando entiende que ha hecho algo que no es correcto.

La baronesa le obsequió con la exacta sonrisa que aparece en la imagen, que fue realizada por un fotógrafo amateur de la formación, y que ayer fue colgada en las redes sociales. Tras esto, la mecenas, que se mostró muy agradecida por el gesto, lo cumplimentó diciéndole a Cassá que le parecía bien la labor que realizaba Ciudadanos de control del PP. Ahí sonaron esas campanas imaginarias que aparecían en las películas de los años 50 cuando se producía el flechazo. En este caso, no de amor, se entiende. Cuentan los que fueron al Patronato de la Fundación Palacio Villalón por la tarde que la ex missEspaña se mostraba muy contenta:por la exposición de Sorolla, naturalmente, y por el guiño del asturiano.

12 informadores turísticos. Promesas incumplidas

Es muy triste ir a los plenos y comisiones de pleno y ver cómo a los afectados, vecinos, trabajadores, etc, se les prometen cosas que no se cumplen. Sería mejor, a todas luces, no prometer lo que no es posible o lo que no quieren que sea factible. Al menos sería honesto. El pasado mes de julio el edil de Turismo, Julio Andrade, les prometía a las informadoras turísticas en el pasillo (con presencia de esta sección) que haría todo lo posible para que la nueva contrata, Clece, no las despidiera mientras se preparaban el B2 de inglés y el B1 de un tercer idioma (además del español), una circunstancia que se exigía en el pliego de la concesión. El hecho es que varias de ellas se lo estaban preparando en la Escuela de idiomas y por otros medios y confiaban en la promesa cuando el lunes después de feria las despidieron, como explicaba ayer Victoria Mezqua, de 26 años, en la comisión de Derechos Sociales, a la que iba con otra de las afectadas, Cristina Bermúdez, de 36 años. «La empresa tiene que cumplir el pliego para que otras no le impugnen la adjudicación», explicaba Andrade, como si el pliego hubiese caído del cielo, y no lo hubiese hecho su área de Turismo y después él lo hubiese rubricado. Antes les había dicho a las dos jóvenes en la comisión, que «cuanto más ruido hicieran, peor», lo que generó caras de estupor. «Ya no pueden ni protestar las pobres, ¿a dónde vamos a llegar? La frase es muy desafortunada», puntualizaba la edil de IU, Remedios Ramos.

Los miembros de la oposición, incluido Ciudadanos, dijeron que era «injusto» por lo que el PPse quedó solo a la hora de votar en contra de la moción de IU-Málaga para la Gente, que defendía su portavoz Eduardo Zorrilla. En la misma, aprobada por mayoría, se pedía que se cumpliese la moción que salió adelante en julio, así como «instar al equipo de gobierno a que tome las acciones adecuadas para que la nueva adjudicataria del servicio readmita a las trabajadoras despedidas negociando con las mismas un margen suficiente para obtener el título oficial que les exige la nueva concesionaria» (en realidad lo que exige el pliego de Turismo). Más tarde, Andrade les explicaba a las afectadas en el pasillo que se las readmitirá cuando se saquen los títulos, es decir que una vez más no se cumplirá la moción. Mientras, Victoria Mezqua, de 26 años, contaba compungida que no tiene ni desempleo porque sólo estaba contratada por cuatro horas y rompía a llorar. Y ahora la culpa es del pliego...

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