Ángel Escalera
Sábado, 2 de julio 2016, 19:39
La impotencia, el nerviosismo y la incertidumbre se cebaron ayer en cerca de un centenar de malagueños que esta mañana están citados en Barcelona para examinarse de una oposición para plazas de tramitación judicial (ayuda a jueces y secretarios judiciales). El origen del problema fueron los retrasos y cancelaciones llevados a cabo por la aerolínea Vueling, que retrasó hasta esta madrugada la salida del vuelo, que tendría que haber partido para la Ciudad Condal a las seis de la tarde. En su web, la compañía indicaba que las cancelaciones y retrasos se debían a «motivos operacionales». La situación fue especialmente caótica en el aeropuerto de El Prat y se extendió al resto de aeródromos.
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Sin apenas explicaciones por parte de Vueling, y ante el temor de no llegar a tiempo para el examen (fijado para las 10.00 horas de hoy), muchos opositores buscaron alternativas con tal de no faltar a una prueba que llevan preparando mucho tiempo y en la que se juegan su futuro laboral. Así, un grupo decidió coger un taxi de ocho plazas para que los llevara desde Málaga hasta la ciudad catalana. El coste del viaje fue de 1.000 euros. «En el trayecto por carretera tardaremos diez horas. Llegaremos al examen sin dormir, pero sería una faena muy grande perder una oposición después de tantos meses de estudio», dijo a SUR uno de los viajeros momentos antes de partir».
Otros opositores cambiaron de aerolínea y volaron a Madrid para intentar luego coger un avión con destino al aeropuerto de El Prat. Igualmente, hubo personas que volaron a Sevilla para buscar desde ese aeródromo un enlace con Barcelona.
Los que optaron por esperar en Málaga a ver si finalmente Vueling les llevaba hasta la Ciudad Condal se enfrentaron a varias demoras y esta madrugada han conseguido ser reubicados en otro vuelo. «En el mostrador de Vueling nos han dicho que los retrasos y las cancelaciones son ajenos a ellos y nos han dado unas hojas de reclamaciones, aunque nos han aconsejado que reclamemos vía on line. Además, nos han facilitado unos tiques para bocadillos», señaló a este periódico un joven que acompañaba a su novia al examen. La incertidumbre y el miedo a no poder presentarse a la oposición crecieron a medida que pasaron las horas.
Es la segunda vez en dos semanas que Vueling deja tirados a opositores malagueños. El primer caso se registró hace dos domingos, cuando la cancelación de un vuelo impidió examinarse en Asturias a decenas de aspirantes a profesores de Secundaria y de FormaciónProfesional. Vueling suspendió la conexión prevista entre Málaga y Oviedo y la reprogramó para el día siguiente, lo que imposibilitó a los opositores llegar a tiempo al examen.
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Ayer se cancelaron varios vuelos que debían despegar o aterrizar en Málaga: dos eran aviones que tenían que tomar tierra en el aeropuerto malagueño procedentes de Barcelona y Bilbao, y otro debería haber partido hacia la Ciudad Condal.
«Es indignante que ocurran estas cosas y que no se tomen medidas para impedirlas. Nos sentimos abandonados y sin que nadie nos dé una solución», se lamentó uno de los opositores que esta mañana tenía cita con un examen al que ha dedicado dos años para prepararlo y poder obtener una plaza.
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