La plaza de toros de La Malagueta baila por una buena causa con la III edición del VerbeRett

Este año no hubo entradas disponibles en taquilla. Todas se acabaron vendiendo unos días antes del evento. Como si de un festival convencional de música se tratase (que parte de él tiene), la tercera edición del VerbeRett consiguió llenar ayer la plaza de toros de la Malagueta de jóvenes y familias que fueron a disfrutar de buena música, una rica paella y plantar cara a una enfermedad rara que tantos quebraderos de cabeza le da a muchas personas: el Síndrome de Rett.

En dos las anteriores ediciones se recaudaron alrededor de 70.000 euros por cada una a través de la venta de las entradas, a 10 euros, junto con los tickets para consumiciones y las donaciones a la fila 0 de aquellos que no pudieron asistir (00493857362214150417 Banco Santander). Y en esta ocasión parece que también se va a alcanzar una cifra similar, ya que a partir de las 19.00 horas ya no quedaban tickets que vender. Todo lo recaudado será destinado a la investigación sobre esta enfermedad que está llevando a cabo el Hospital San Juan de Dios de Barcelona, pionero en España.

La primera actuación corrió a cargo de la bailaora y madrina del evento Sara Baras, pasadas las 13.30 horas, junto con José Serrano. La fiesta no pudo tener mejor comienzo: un toque de folclore con toda la pasión del baile flamenco para dar esperanza a muchas familias. La propia bailaora se mostró «encantada con la gente de Málaga» ya que cree que «es muy importante apoyar a los que más lo necesitan» y que «aquí hay un montón de gente buena».

Posteriormente, el escenario se llenó de nuevos artistas, como los grupos Electroduendes y Alejados, que versionaron diferentes canciones emblemáticas de los 90 y 80 y del cantante Manolo García. Moneymakers, otro de los grupos de jóvenes invitados pusieron el toque más rebelde versionando canciones míticas de Michael Jackson y Red Hot Chili Peepers, entre otros y la voz de la cantante de la Seeking Soul Band también se ganó los aplausos del público.

El grupo No me pises que llevo chanclas, los que fuesen padrinos musicales de los Mojinos Escocíos, también puso a la gente a bailar con sus letras macarras y sus legendarias canciones Ay que pena me da que se me ha muerto el canario o Bolillón.

Javier Ojeda fue el otro artista malagueño que se esperaba con gran interés entre el público. Al filo de las siete de la tarde el cantante de Málaga salió al escenario cuando más gente llenaba el albero de la Plaza de toros. El calor sofocante y las horas no fueron impedimento para que la fiesta continuase.

Los últimos en actuar, ya por la noche, fueron Leire de la Oreja de Van Gogh y Mikel Erentxun, para cerrar una jornada mágica en la que todo lo que se hizo tenía el trasfondo solidario de ayudar a quien más lo necesita.

Para Paco Santiago, organizador del evento de la asociación Mi Princesa Rett y padre de una niña afectada, la consecución evento «es agarrarte al clavo ardiendo de la esperanza». Santiago no puede estar más agradecido con Los Espartanos (el equipo de organización del evento): «tenerlos a ellos es decir que las espaldas están cubiertas y que la investigación puede continuar».

Este evento, que nació como un evento solidario a través de la Cofradía Estudiantes y algunas familias gracias al apoyo y patrocinio de empresas como El Pimpi y del Ayuntamiento y la Diputación, está comenzando a tener una repercusión en España, dándose cada vez más a conocer y llegando a más gente.

Este es, para Paco Santiago, uno de los principales problemas, ya que «el escollo que tiene una enfermedad rara es darla a conocer. Cosas como estas dan esperanzas para que se luche contra estas enfermedades».