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Montse Martín
Jueves, 11 de febrero 2016, 01:00
La Audiencia Provincial de Málaga va a juzgar a un taxista acusado de violar a una joven durante la noche de Hallowenn hace casi cinco años. La Fiscalía considera al procesado autor de un delito de agresión sexual por lo que pide que sea condenado a diez años de cárcel.
Los hechos sucedieron durante la madrugada del día 1 de noviembre de 2011. Sobre las seis de la mañana la joven, de 19 años, y una amiga, que habían estado de marcha con motivo de la celebración de la fiesta de Halloween, se subieron en la plaza de la Merced en el taxi que conducía el acusado.
La primera parte de la carrera fue hasta el domicilio de una de las chicas. Tras dejar a la primera joven, el taxista tomó rumbo en dirección al domicilio de la segunda, en el Puerto de la Torre.
Según el escrito provisional de acusación del fiscal, el taxista, aprovechando que la joven había tomado unas copas, se desvió por un camino solitario, al lado del Colegio Los Olivos.
Una vez allí paró el vehículo y se subió en el asiento trasero donde estaba la víctima. Entonces «comenzó a tocarla, llegando a penetrarla, todo ello sin consentimiento de la joven», que «debido a las circunstancias quedó bloqueada, con mínima capacidad para reaccionar ante los hechos», asegura el Ministerio Público.
Tras abusar de ella, el acusado volvió a ponerse al volante de su taxi y la dejó cerca de su casa.
Horas después de la agresión sexual, la joven acudió a comisaría para presentar la correspondiente denuncia. Inmediatamente, se activó el protocolo establecido ante este tipo de casos, y fue traslada al Hospital Materno Infantil para ser atendida y examinada por un especialista.
En el escrito de acusación del fiscal, se recoge que como consecuencia de la agresión, la víctima presentaba algunas lesiones como equimosis en la zona pectoral izquierda y un hematoma en la tibia de la pierna derecha.
Tras la denuncia, Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación.
La víctima recordaba marca y modelo del taxi, pero sólo pudo proporcionar a los agentes una descripción somera del sospechoso.
Más de cien investigados
Las pesquisas se iniciaron en torno al vehículo para intentar determinar los automóviles de esas características que habían estado de servicio esa noche. Los datos se cruzaron con los conductores que habían trabajado en ese turno para filtrar cuántos de ellos encajaban con las características de la descripción física proporcionada por la mujer.
La Policía investigó en dos meses a más de cien taxistas hasta que dio con el acusado, que reconoció haber mantenido relaciones sexuales con la joven, pero de forma consentida.
Además de los diez años de cárcel, el fiscal pide que se imponga al acusado la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de la chica durante la condena. La víctima no reclama indemnización.
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