Vista de los terrenos de los antiguos depósitos de Repsol, de 177.548 metros cuadrados.

El alcalde defiende el proyecto de las torres en Repsol y lo vincula a impulsar el Guadalmedina

De la Torre busca ganarse a Ciudadanos en el pleno comprometiéndose a estudiar su propuesta y dejar la decisión en manos de los técnicos

Francisco Jiménez

Jueves, 28 de enero 2016, 01:05

El pleno del Ayuntamiento de Málaga que se celebra hoy estará marcado por el debate sobre el futuro uso de los antiguos terrenos de Repsol. Encima de la mesa hay tres posturas: el proyecto residencial vigente que contempla cuatro grandes torres de pisos, otros cuatro bloques de VPO y espacio para un hotel, áreas comerciales, equipamientos públicos y un parque de 70.000 metros cuadrados; el defendido por el PSOE de que todo el suelo se dediquen a un gran bosque; o la opción intermedia planteada en una moción urgente por Ciudadanos que aboga por un bosque urbano de unos 130.000 metros cuadrados a costa de reducir a un tercio los usos residenciales (sólo se mantendría el rascacielos en manos del banco malo y algo más de un centenar de VPO), comerciales y de equipamientos.

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En este escenario, el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, dejó ayer clara su postura con una vehemente defensa de las bondades del proyecto vigente de las cuatro torres y además vinculó el desarrollo de esta iniciativa al impulso de la integración del río Guadalmedina en la ciudad. Eso sí, siempre que el Consistorio consiga hacer caja con los aprovechamientos urbanísticos que posee en la parcela (tres torres y las dos áreas comerciales) que, según la valoración de la Gerencia de Urbanismo tiene un coste de 70,3 millones de euros.

De la Torre insistió en que el proyecto de las cuatro torres es «el mejor». «Tiene más ventajas que cualquier otra opción. Tiene muchas ventajas y ningún inconveniente», apostilló. Y es que, a su juicio, es una iniciativa «ambiciosa y de calidad» que contribuirá a crear una nueva centralidad de la ciudad en la zona oeste y recordó que capitales como Madrid en la zona de Chamartín o Barcelona en el tramo final de la Diagonal están apostando por iniciativas urbanísticas que tienen a grandes rascacielos como protagonistas.

Asimismo, sostuvo que modificar el actual proyecto para aumentar el parque previsto supondría un coste para la ciudad entre 78 y 155 millones de euros, entre lo que dejarían de ingresar las arcas municipales por renunciar a sus derechos urbanísticos y lo que tendría que pagar por obtener el resto de la finca y urbanizar toda la zona, incluida la construcción del parque. Unas cifras que rebajan en la oposición al no considerar como pérdida lo que se dejaría de ingresar y entender que esa tasación está muy alejada de los precios actuales del mercado inmobiliario.

En este punto, Francisco de la Torre apuntó que ese dinero, proveniente de los aprovechamientos urbanísticos cuando se desarrollen las torres, serviría al Ayuntamiento «para impulsar el tema del Guadalmedina».

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Moción sobre el río

Una afirmación con la que el regidor vinculó dos proyectos de ciudad que Málaga tiene pendientes Repsol y el Guadalmedina. Precisamente el del futuro del río también estará presente en el pleno de este jueves con una moción urgente presentada por el PPdonde se insta a la Junta de Andalucía y a la Autoridad Portuaria a que firmen ya el protocolo de intenciones para definir un proyecto para la integración del río en la ciudad. Este documento fue enviado a las administraciones involucradas en noviembre de 2013 tras ser consensuado en la Fundación Ciedes y por el momento sólo ha sido suscrito por el Ayuntamiento, la Diputación su presidente, Elías Bendodo, defiende que solucionar el Guadalmedina debe ser un asunto prioritario y el Gobierno central.

De la Torre lamentó «la lentitud» de la Junta con este asunto. «No es la primera vez que notamos no ya falta de entusiasmo, sino voluntad de frenar estos proyectos. Algo que nos sorprende», dijo el alcalde, quien con esta iniciativa quiere meter presión política a la Administración autonómica para empezar a desarrollar iniciativas como la vía verde ciclista y senderista sobre el río.

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Sobre los suelos de Repsol, De la Torre se mostró ayer abierto a estudiar la propuesta de Ciudadanos, partido que es clave para garantizar la gobernabilidad en el Ayuntamiento, en un claro intento de evitar que la formación naranja se alinee con el resto de la oposición (PSOE, Málaga Ahora e IU-Málaga para la Gente) y entierren en bloque el proyecto actual. En este punto, en el equipo de gobierno contemplan presentar una enmienda a la moción de Ciudadanos en la que se añada que cualquier paso tendría que venir avalado por informes jurídicos, económicos y de ordenación del terrtorio. En definitiva, dejar la decisión en manos de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo para que sean los profesionales quienes estudien su viabilidad.

A falta de conocer con mayor detalle el planteamiento de Ciudadanos, los arquitectos municipales ya advierten de la dificultad de trasladar toda la edificabilidad (1.332 viviendas y 25.544 metros de áreas comerciales) a otros sectores de la ciudad, de anular los convenios urbanísticos con el resto de propietarios (la Sareb o banco malo tiene los aprovechamientos urbanísticos de la torre más alta en la que también iría un hotel; y el grupo inmobiliario Yeregui posee los derechos para levantar 400 VPO); y, por último, el citado impacto económico.

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Desde la oposición, la principal novedad fue la propuesta de Málaga Ahora de celebrar una consulta popular en toda la ciudad con carácter vinculante que decida cuál es el proyecto que quieren para estos suelos. «Cualquier propuesta debe tener un respaldo vecinal fuerte», apuntó su portavoz Ysabel Torralbo, quien también llevará una moción donde defiende que estos terrenos cumplan con la normativa sobre descontaminación.

El PSOE mantiene su apuesta

Por su parte, la portavoz María Gámez mostró su rechazo a la moción de Ciudadanos por «quedarse a medias» y al proyecto vigente de las cuatro torres defendido por el alcalde y subrayó que su partido no renuncia a que la totalidad de estos suelos se destine a un gran bosque urbano. «Es la única y la última oportunidad en la ciudad consolidada de tener un gran parque», remarcó.

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En este sentido, restó valor al costo económico que supondría anular a todo el proyecto residencial. Como también lo hizo el viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, quien expuso que esos 70,3 millones no se perderían si la edificabilidad se trasladara a otra zona, por lo que el único desembolso serían los 7,6 millones con los que habría que compensar a la promotora de las VPO. «Por medio Astoria (en referencia a los 21 millones que se pagaron por los antiguos cines) la ciudad tendría un gran parque», expuso. Desde IU-Málaga para la Gente, su portavoz Eduardo Zorrilla, acusó al alcalde de «mentir con sus valoraciones económicas» y defendió un proyecto con un parque de más de 100.000 metros cuadrados y equipamientos públicos.

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