Juan Soto
Lunes, 11 de enero 2016, 00:33
Los hosteleros le han dado la vuelta a la tortilla en la problemática de la plaza Mitjana. Si hasta ahora eran los vecinos los que llamaban a la Policía Local cada fin de semana para denunciar el exceso de ruido generado por los bares de copas, ahora son los empresarios los que han pedido ayuda a los agentes para regular la actividad y evitar nuevas denuncias. Cansados de sentirse sistemáticamente señalados, han trasladado al Ayuntamiento su impotencia al sentirse incapaces de evitar que los clientes salgan a la calle con las copas en la mano. Pese a haber contratado a agentes de seguridad, aseguran que no pueden estar toda la noche enfrentándose con los jóvenes que desean estar al aire libre. «No somos policías, ese no es nuestro trabajo», resumen.
Publicidad
No sólo eso, sino que durante una reunión mantenida con responsables del Consistorio y de la Policía Local les han demandado que sean ellos los que evacuen la plaza una vez que llegue la hora de cierre de los negocios para evitar que los jóvenes sigan haciendo ruido y bebiendo en la calle. «Hasta ahora la Policía sólo viene para multarnos; queremos que también vengan para ayudarnos porque nosotros no somos los culpables», afirma una de las personas que trabaja en la plaza.
El presidente de la asociación de hosteleros Mahos, Jesús Sánchez, confiesa que la problemática actual les sobrepasa un poco, y recuerda que ellos son los primeros interesados en desarrollar su actividad comercial sin problemas ni enfrentamientos. Dice que en las fechas actuales con el inicio de un puente festivo y a las puertas de la Navidad «sale más gente a la calle y es imposible estar detrás de cada cliente para que no haga ruido».
Explica que los vigilantes de seguridad tampoco pueden hacer mucho en estos casos porque «quien quiere fumar se tiene que ir a la calle, y si va con dos copas de más, es imposible enfrentarse a él». Por ello desde el colectivo exige un compromiso mayor de la Policía Local, que debería estar más presente en la plaza para evitar el consumo de alcohol en la calle. «No pueden venir sólo a multarnos, porque nosotros realizamos nuestro trabajo dentro de las normas», sostiene.
Vasos marcados
Ante el aluvión de denuncias que reciben desde hace unas semanas, algunos empresarios han optado por marcar los vasos con los logos de los bares para defenderse. Pedro Marín, uno de los empresarios con negocios en la zona, asegura que cuando llegan los agentes «sancionan sin tener en cuenta de dónde son esos clientes». Asegura que si un grupo de personas están junto a bar no significa que hayan salido de allí, ya que «se trata de una zona con calles muy estrechas y la gente se mueve».
Publicidad
Una de las propuestas que se van a poner en marcha para acabar con el problema del ruido en la plaza Mitjana es la instalación de unas campanas en los negocios que sonarán minutos antes de la hora de cierre de las terrazas. El concejal de Seguridad, Mario Cortés, reconoce que se trata de un problema complejo de resolver, ya que las terrazas deben cerrar una hora antes que los negocios (a las dos deben estar recogidas los fines de semana). «En la plaza hay bares muy pequeños y no todos los clientes caben dentro, por lo que tienden a salirse a la calle». En este sentido reconoce que la Policía Local se ha comprometido a ayudar a los empresarios y que todos los fines de semana van a pasar a partir de las 2.15 horas para comprobar que los clientes se marchan. «No queremos que la plaza se convierta en un botellón como era la plaza de la Merced», señala.
José Alberto Nieto, otro de los hosteleros de la plaza, reconoce que el problema les supera porque ellos no pueden forzar a los clientes a entrar a los bares cuando llega la hora de retirar las terrazas. Tras 20 años en la zona, cree que la problemática viene motivada por el exceso de licencias que el Ayuntamiento concedió en la calle y cree que la Policía Local «es la única autorizada para evitar que la gente consuma en la calle». En este sentido lamenta que se haya criminalizado a los empresarios de la noche porque «hace dos décadas no se podía andar por estas calles, que estaban llenas de tironeros».
Pese a todos los esfuerzos que realicen en este punto, la realidad es que el problema del ruido no es exclusivo de Mitjana, sino que se repite en otras calles cercanas como Luis de Velázquez, Lazcano o Convalecientes. Ylo es hasta el punto de que algunos vecinos denuncian cada noche incumplimientos por este motivo. Óscar Agudo, uno de los residentes más críticos con este asunto, lamenta que sus quejas siempre caen en saco roto: «Las opiniones y las quejas de los residentes tienen muy poco recorrido; vamos a terminar el año tal y como lo empezamos, solo con algunas sanciones más a los hosteleros».
Publicidad
Tras esta petición de auxilio, el Ayuntamiento ha anunciado que va a controlar un poco más el entorno para evitar las quejas vecinales. El concejal de Seguridad, Mario Cortés, adelanta que los agentes de la Policía Local van a pasar todos los fines de semana a las 2.15 horas, en una primera batida, antes de sancionar a los negocios. A los clientes que sigan en la calle se les informará de que deben entrar en los bares o abandonar la plaza si ya están llenos, ya que los negocios sí pueden estar abiertos una hora más. A continuación, a las 3, entrarán las máquinas barredoras para dar por concluida la marcha en la zona.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.