Calle Periana pide un repaso

La limpieza, o mejor dicho, la escasa limpieza o en otros casos la ausencia total de limpieza en determinados rincones de la ciudad unida al poco civismo es una cuestión que desgraciadamente ya no sorprende a nadie. No hay día que no se hable de este o de aquel rincón y se oiga a ciudadanos quejándose de la suciedad existente. Vecinos de la calle Periana, en la zona del Camino de San Rafael, muestran en esta ocasión su queja tanto por la falta de limpieza como de civismo en esa calle y en las colindantes. Una zona donde aseguran que en los últimos tiempos se han asentado bastantes jóvenes dado que los pisos en ese enclave «están más baratos y hoy en día no está al alcance de todos vivir en Teatinos», dicen. «Los edificios rondan los 30/50 años y muchos de ellos son vendidos o heredados y pasan a manos de gente joven que cada vez somos más». Más jóvenes y más indignados también porque no se sienten atendidos por los servicios municipales y encima asisten a situaciones nada cívicas. Así, la zona donde afirman se concentra más incivismo es junto al parque existente sobre el aparcamiento subterráneo, donde aseguran que es habitual encontrar, tanto en el suelo como en los bancos, desde latas a paquetes de tabaco, envases de agua, bolsas de patatas, pipas, papeles y cualquier desecho que se puedan imaginar y que dejan allí quienes acuden a ese lugar y no se molestan en tirar esos desechos a la papelera. Además, afirman que durante este verano han sido testigos de cómo había quien dejaba encadenadas sillas de la playa para sentarse por las noches, ahorrándose transportarla de casa al parque y del parque a la casa, y utilizaban la entrada de los portales de las viviendas para reunirse «para fumar aquello que les viene en gana», provocando las lógicas molestias al vecindario «con tertulias poco cívicas» y a altas horas de la madrugada. Su preocupación se ha acrecentado aún más porque aseguran que ya se han dado algunos casos de ocupas que han abierto pisos vacíos propiedad de bancos, y han visto a adolescentes entrar por las ventanas de las escaleras de los edificios, y a personas bebiendo cerveza en botellas.

Pero volviendo al tema de la limpieza, dicen que sacar a pasear a sus mascotas «es un riesgo» ya que en numerosas ocasiones regresan con pulgas «aún tomando medidas antiparasitarias». Y abundando en el asunto, se refieren al estado de las esquinas de las calles, «llenas de orines», y ennegrecidas por la mugre que acumulan, algo que aseguran «sólo se limpia cuando llueve», como sucedió hace ya varios días, aunque las calles se han vuelto a ensuciar de nuevo. Para colmo, la situación en la calle Periana empeoró ayer debido a que una alcantarilla rebosó, extendiéndose por la acera los desechos y llevando el mal olor al vecindario hasta el punto de que muchos vecinos no podían abrir las ventanas de sus domicilios debido al mal olor. «Aquí seguimos esperando que llueva otra vez para que limpien las calles y se vaya el mal olor». «Los camiones de Limasa solo pasan por Camino San Rafael, Juan XXIII y Ortega y Gasset y los vecinos estamos indignados porque nos tienen abandonados», señalan.