Barcos más rápidos y modernos y refuerzos especiales en verano

El pliego de condiciones del concurso del nuevo Melillero es claro en cuanto a las cláusulas que la naviera elegida tendrá que cumplir, con el objetivo de hacerlo más atractivo para los viajeros (especialmente los melillenses). De entrada, tendrá que aportar una flota moderna y cómoda, con altas prestaciones, con una mayor velocidad y mejores servicios a bordo.

La velocidad mínima de los barcos tendrá que ser de unos 21 nudos, lo que permitirá cubrir el trayecto en cinco horas y media (actualmente son siete y media). La travesía a Almería durará cuatro horas y media. Además, los barcos que participen en la operativa no podrán tener más de 15 años de antigüedad, lo que implica la jubilación definitiva del Juan J. Síster.

Otra novedad destacada es la condición que Fomento ha impuesto en el pliego para que la naviera incorpore obligatoriamente durante los meses de julio y agosto un buque ultra rápido, como el catamarán que cubría la ruta hasta que se dio de baja el pasado verano, y cuyo viaje tenía una duración de sólo tres horas y media. También será imperativo reforzar la línea en las fechas con más afluencia, como Semana Santa y durante la Operación Paso del Estrecho. Por último, entre las cláusulas del concurso se hace constar que los barcos tendrán servicios médicos y de seguridad privada a bordo.

El comienzo, en abril

Después de todas las vicisitudes por las que ha pasado el proceso de adjudicación, se espera que la entrada en vigor de estos servicios se produzca a finales de abril, ya que el contrato-puente suscrito con la actual concesionaria, Trasmediterranea, estará en vigor hasta esa fecha. Las tarifas para los viajeros serán similares a las actuales, para lo que el Gobierno de Melilla se comprometió a aportar hasta 1,7 millones de euros anuales en subvenciones de explotación.

El reciente litigio planteado por Motril, en defensa de su línea, ha puesto precisamente de relieve la importancia que para la Ciudad Autónoma tiene la interconexión con Málaga, ya que ambas urbes mantienen vínculos naturales y de colaboración entre sus habitantes y territorios. Aunque para el melillense es mucho más rápido navegar hasta el puerto granadino, la capital de la Costa del Sol es un destino con el que muchos mantienen lazos familiares y afectivos y negocios. En otros casos, se buscan las buenas comunicaciones, por carretera, por AVE o desde el aeropuerto de Málaga.