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Juan Cano
Viernes, 12 de diciembre 2014, 01:36
Los chalecos antibala vienen enfrentando duramente a los sindicatos de los agentes con la Dirección General de la Policía (DGP), especialmente desde la muerte de dos efectivos durante diferentes actos de servicio. Unos denuncian la necesidad de más prendas de protección para los funcionarios, mientras los responsables del cuerpo recuerdan que tienen en marcha un plan de equipamiento. A través de éste ya se han recibido 846 nuevos chalecos en la provincia, una cifra que ascenderá a 942 unidades en los próximos días, según ha podido saber este periódico.
Las posturas entre ambos colectivos están enfrentadas y no se han acercado después de la reunión que mantuvieron el pasado martes en Madrid. Desde la DGP mantienen que tienen que ser los agentes de los servicios operativos, los que se encuentran patrullando en las calles, los que cuenten con chalecos. No está previsto que se entreguen estas protecciones a los efectivos destinados en otros departamentos, como por ejemplo en las oficinas.
Para ello, los responsables del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) pusieron en marcha un plan, mediante el cual las comisarías llevan recibiendo nuevos chalecos desde hace dos años. Con las unidades de estas prendas de protección que se recibirán en los próximos días se cubre el 80 por ciento de las necesidades de los agentes que patrullan en las calles y casi una tercera parte de los efectivos totales que hay en la provincia.
Mediante este plan se están entregando chalecos individuales asignándolos a policías. De esta manera, si el agente se marcha de la unidad dotada con estos elementos de protección, deberá dejarlo para que lo utilice la persona que se incorpore. Así lo apuntan las fuentes, quienes precisan que en la provincia hay 1.200 efectivos en las Brigadas de Atención Ciudadana y unos 3.050 en total.
Aunque la prioridad de la Policía es atender a estas unidades, el plan de dotación de chalecos podría ampliarse a otras brigadas. En el criterio de reparto de chalecos, los primeros en recibirlos son los agentes de las radiopatrullas, también conocidos como zetas, que son los que atienden a los servicios que no están programados.
El reparto
Tras ellos están los funcionarios del Grupo Operativo de Respuesta (GOR), que al igual que los compañeros de los radiopatrullas van de dos en dos. Les siguen los efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). Siempre según las mismas fuentes, este grupo cuenta con 49 efectivos en Málaga, a los que se les han asignado 42 de estas prendas de protección, ya que el resto aún no los han retirado.
En el reparto, finalmente se encuentran los policías de la unidad móvil y el servicio de escolta, así como los efectivos de las custodias de los detenidos. Precisamente a una de estas unidades, a la UPR pertenecía el agente Francisco Jiménez Díaz, que murió en mayo tras ser apuñalado por un indigente cuando se disponía a identificarlo en la zona de Carretera de Cádiz. Él no llevaba chaleco, lo que podría haberle salvado la vida. Tras un nuevo fallecimiento, en este caso en Vigo durante un atraco, y la polémica que se ha generado por la falta de estas protecciones, la DGP ha agilizado los plazos y ha asegurado que todos los funcionarios del CNP que patrullen en la calle contarán con ellas.
Sin embargo, desde los sindicatos aseguran que esta postura de los responsables del cuerpo no es suficiente. Desde los organismos más representativos de los agentes, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Unión Federal de Policía (UFP) y la Confederación Española de Policía (CEP); vienen insistiendo en la necesidad de que haya un chaleco por cada policía, esté o no en la calle.
Uno por agente
Se muestran contrarios a la percepción de la DGP de que estas protecciones solo son necesarias para los policías que patrullan en las calles. Incidican que todos los agentes puedan pasar a las unidades operativas en cualquier momento por necesidades del servicio. El secretario provincial en Málaga de la UFP, Francisco Puertas, afirma que, sobre todo en las comisarías pequeñas, en muchas ocasiones un policía que está en la oficina de denuncias acaba haciendo labores de seguridad ciudadana.
Por ello, los sindicatos quieren que todos los policías cuenten con un chaleco. El secretario general del SUP en Málaga, Manuel Expósito, insiste en que los agentes tienen que contar con este elemento de protección, ya que «puede salvar la vida de un compañero, además de disuadir a los delincuentes de atacarlos».
Además de ser insuficiente la llegada de las unidades, Puertas explica que también hay que renovar las existentes. Recuerda que la UFP ha observado que hay chalecos que están caducados, algunos con más de 20 años de antigüedad.
En los juzgados ya tienen constancia de este conflicto entre los responsables del CNP y los sindicatos. Prueba de ello es la demanda que la UFP interpuso contra el comisario provincial, Pedro Garijo, debido a este asunto. Asimismo, desde este sindicato anuncian que están pensando en acudir a los tribunales por lo que consideran presiones a sus miembros por las críticas a la DGP por los chalecos.
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