Rotonda en la travesía de La Cala del Moral (arriba), con el destello de luz que producen los azulejos.

Cuestiones de tráfico

Los azulejos de las rotondas de la travesía de La Cala del Moral deslumbran a los conductores

José Manuel Alday

Martes, 25 de noviembre 2014, 12:49

Las rotondas existentes en la travesía de La Cala del Moral, que están bellamente decoradas con unos azulejos esmaltados con brillos donde se refleja el sol, causan molestias a los conductores que circulan por allí, según afirman algunos ciudadanos que de forma habitual pasan por aquel lugar. «Esos azulejos actúan a modo de espejo y deslumbran peligrosamente a los conductores justo cuando vamos a entrar en la rotonda», comenta una ciudadana que diariamente pasa por ese lugar. Una circunstancia que debería tenerse en cuenta para no dar lugar a accidentes. Más ahora que hemos conocido que los siniestros de tráfico vienen descendiendo en Málaga progresivamente desde el año 2007, según el balance en materia de seguridad vial relativo a 2013, dado a conocer hace unos días por el Ayuntamiento.

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En el informe de siniestralidad vial, elaborado por la Policía Local, se habló de los nueve puntos considerados «negros» por número de accidentes en Málaga, puntos que conviene recordar están en el cruce de las avenidas Velázquez, Moliére y Leo Delibes, en la avenida Simón Bolívar con Valle-Inclán, la glorieta situada en la avenida Comandante García Morato, las plazas de la Marina, de Manuel Azaña, del General Torrijos, de Cruz de Humilladero y de la Solidaridad y el cruce de Ingeniero José María Garnica con el paseo marítimo Antonio Machado.

Radar: un aviso peculiar

Por cierto que con motivo de la presentación de ese balance de seguridad vial en el que se informó de la reducción de accidentes ocurridos el pasado año en la ciudad, un total de 4.804 siniestros, 27 menos que en 2012, aunque 2.667 menos si se compara con 2007, que fue el año de mayor siniestralidad de la última década, por lo que porcentualmente, la reducción es de un 35,69 por ciento, buena parte del mérito de esa disminución se debió a la mayor concienciación de una parte importante de la población en las medidas que influyen de forma directa en la accidentalidad, como son el uso del casco y del cinturón de seguridad, la adecuación de la velocidad a las condiciones o a la señalización de la vía, según los responsables municipales. Aunque algo tendrá que ver también el funcionamiento de radares urbanos de control de la velocidad, de los que alguien trató de advertir con un rudimentario y curioso cartel, colocado hace días en la avenida de Andalucía, como se aprecia en la imagen de la izquierda.

Obras en el cauce: polvareda en el Guadalmedina

Un vecino llama la atención acerca de la polvareda que los camiones que están trabajando en las obras del cauce del río Guadalmedina levantan cuando circulan por aquel lugar. «No sabemos qué es peor, si el mal olor del río o la cantidad de polvo que estamos tragando con el ir y venir de esos camiones que, además, pareciera que están participando en un rally, porque corren que se las pelan y levantan una cortina de polvo gigantesca». «¿No podrían regar aquello antes para evitar tanto polvo?», se pregunta. «Aquello parece el ParísDakar», concluye.

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