El astillero de Málaga quiere volver a crecer sólo un año después de la última ampliación

Apenas ha pasado un año desde su última gran ampliación y el astillero Mario López de Málaga ya quiere volver a crecer. La compañía está estudiando con la Autoridad Portuaria la posibilidad de ampliar el espacio que ocupa la actual concesión en el muelle 5, para aumentar los talleres de calderería, la zona de asistencia y el resto de oficios, así como el sistema de grúas. Paralelamente, se pretende incorporar un segundo dique flotante, de manera que se puedan tener dos buques varados al mismo tiempo.

«Tenemos barcos esperando para entrar en seco, porque el dique está ocupado, con lo que aumentaría la producción y la rapidez. Queremos duplicar la capacidad de varada para embarcaciones de menor eslora», indicó Mario López, propietario de la factoría. Ello se produce tras un ejercicio con resultados históricos. Desde principios de año se han reparado 45 embarcaciones, y se llegarán a los 70 en diciembre, lo que supone un 50% más que el anterior. «Hay demanda que no se puede atender ahora por falta de espacio».

«Hay que pensar en el futuro y en apostar por la alta tecnología, para atender a buques gaseros, asfalteros y petroleros, con inversiones permanentes», añadió, y agradeció a la Autoridad Portuaria su buena disposición. «Queremos aumentar la capacidad, el número de empleados y todo lo que conlleva crear un gran centro de reparaciones en el puerto». Según el empresario, la intención final es especializarse en reparaciones sobre naves de menor eslora (dentro de las magnitudes de este mercado) dado que las circunstancias de este puerto se adaptan mejor que otros que tienen mucho tránsito.

Cinco buques a la vez

De momento, esta semana la factoría ha marcado un nuevo hito, tras recibir por primera vez a cinco barcos para reparar a la vez, lo que supone la mayor concentración de carga de trabajo desde su creación. El portacontenedores Reecon Eagle, de 146 metros de eslora, estará tres meses para la reparación general de la maquinaria y el motor principal. El Iver Action, de 100 metros y dedicado a mover cargamentos de asfalto, ha llegado remolcado desde Argelia, para ser sometido durante dos meses a una puesta a punto general (maquinaria, electricidad, aceros).

El carguero Ark Forwarder, de 185 metros, ha solicitado el arreglo de motores y generadores. El portacontenedores DS Blue Ocean, de 130 metros, está ya en el dique flotante, en seco, para recuperar los ejes propulsores. Y a estos se unen los últimos trabajos para que el Repubblica di Roma pueda volver a zarpar. Esta concentración ha supuesto que la plantilla habitual, de 80 profesionales, se duplique estos días hasta los 200 empleos.