Cortés resta importancia a que el informe del Centro de Raqueta se firmara a posteriori

Según desveló ayer Cortés, esa firma ilegible pertenece al director económico-financiero de Promálaga, Francisco Muñoz. Se trata de la misma persona que, a requerimiento del secretario del jurado después de que la empresa demandante expresara sus dudas, sí que rubrica todos y cada uno de los 11 folios del informe, aunque otra vez sin nombre y apellidos. Pese a todo, en las filas populares mantienen que «no hay nada extraño». «La mesa de contratación lo dio por válido porque estaba diligenciado por la misma persona que hizo el primer informe, y si se firma después es únicamente porque la empresa acompañada de un notario se quejó, y por eso el técnico lo ratifica aunque no ya de cara al expediente, sino en respuesta a la empresa. Es un tema puramente administrativo y de interpretación», remarcó Cortés.

Críticas de la oposición

Unas explicaciones que para nada satisfacen a los dos grupos de la oposición en vísperas de la reunión de la comisión de transparencia prevista para mañana en la que se analizará el expediente de adjudicación del Centro de Raqueta. «¿Qué interese pretende ocultar el equipo de gobierno del PP con una adjudicación plagada de irregularidades para que sea una determinada empresa y no otras la adjudicataria?», se preguntó la portavoz socialista, María Gámez, quien instó al alcalde a dar «explicaciones inmediatas» sobre la existencia de este informe sin firmar. Además, advirtió de que su grupo «sólo ha recibido una parte del expediente, por lo que nos plantearemos participar en una comisión que sólo será una mera representación teatral cuyo objetivo no será llegar a concretar las responsabilidades ni averiguar si ha habido respeto a la legalidad en una actuación que es, a todas luces y cuantos más datos vamos conociendo, éticamente reprobable».

Por su parte, el portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, volvió a pedir ayer la creación de una comisión de investigación para «esclarecer un procedimiento que es un cúmulo de presuntas irregularidades». «Una cosa es que la mesa de contratación supiera quién firmaba el informe, pero no es normal que estuviera sin firmar ni se identifique a esa persona con nombre y apellidos», abundó el edil, quien también defendió que para que el documento de Promálaga fuera vinculante debería haber constado en el pliego de condiciones del concurso. «Eso está en el 'abc' de la contratación pública», remarcó.