Ignacio Lillo
Miércoles, 4 de junio 2014, 00:30
El servicio de pasajeros entre Málaga y Melilla, popularmente conocido como el Melillero, no tiene quien lo quiera. Las navieras han dado la espalda por segunda vez en lo que va de año al concurso convocado por el Ministerio de Fomento, que financia la línea al estar considerada de interés público, y que pretendía lograr una conexión más rápida y barata que la actual. Para las empresas, la condiciones económicas del pliego son insuficientes, a pesar de que se había presupuestado en 15,4 millones por dos años (para cubrir las conexiones con la capital costasoleña y con Almería). Finalmente, ni la actual depositaria del servicio, Acciona Trasmediterránea, ni Armas, que opera con éxito desde Motril y sobre la que se especuló que podría tener interés en asumirlo, se han presentado. Y ello, a pesar de que esta segunda convocatoria había supuesto un aumento del presupuesto, con apoyo incluso de la Ciudad Autónoma,y una mejora de las condiciones.
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Ello no significa que los viajes entre las dos orillas se dejen de prestar. El servicio funciona en las mismas condiciones que hasta ahora, ya que Trasmediterránea tiene una prórroga hasta que se produzca la adjudicación definitiva. Ahora, el Gobierno tendrá la opción de convocar un nuevo proceso o acudir a un procedimiento negociado con las principales operadoras marítimas para que los números cuadren. De momento, este verano no está en funcionamiento el servicio del catamarán rápido, que permitía viajar en tres horas y 45 minutos, ya que, según los cálculos de la compañía, no es rentable. El trayecto durante los meses de temporada alta seguirá tardando siete horas y media; mucho menos competitivo que el de Motril, donde Armas lo presta en cuatro horas y media.
Preocupación en el puerto
«La línea regular con Melilla lleva tiempo en una situación de pérdida de actividad y decaimiento preocupante», dijo ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, quien llegó a afirmar que el servicio «está en riesgo». «Alegan que no es rentable y tendrán parte de razón, pero tampoco apuestan por la mejora y la modernización». A pesar de la dura competencia de Motril, el responsable portuario destacó que los melillenses siguen prefiriendo venir a Málaga, por su dotación de servicios e infraestructuras.
Para ello, reclamó el apoyo de la administración central, pero también de la Unión Europea. «Ya hemos tenido un encuentro con el presidente de Melilla, queremos implicar a los dos puertos, al Ayuntamiento y a la Ciudad Autónoma, para montar un expediente que sirva para poner de relieve la importancia de esta línea, y llevarlo a Europa para que se declare la línea de interés comunitario». A juicio de Plata, la UEdebe compensar el papel de frontera Sur con mejores comunicaciones.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, también abogó por garantizar la conexión con la capital malagueña mediante un nuevo contrato público, al tiempo que reclamó que la calidad del servicio debe estar a la altura del que Armas ofrece entre la Ciudad Autónoma y Motril. El dirigente destacó su importancia como uno de los nudos de comunicaciones más importantes de España; y recordó que históricamente ha sido la «salida natural» de los melillenses, que mantienen relaciones tradicionales con la provincia. Por ello, reclamó que se potencie la unión marítima y se mostró convencido de que habrá un nuevo contrato.
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