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La fábrica de Isofotón en el PTA tiene maquinaria que vale millones y lleva meses parada.
¿Una nueva Isofotón?

¿Una nueva Isofotón?

El proyecto de crear una sociedad laboral entre los extrabajadores para comprar la fábrica y retomar la actividad, impulsado por exdirectivos y CCOO, es recibido con desconfianza por la plantilla. La Junta, que tendría la llave de esta operación, se pone de perfil

Nuria Triguero

Miércoles, 21 de mayo 2014, 18:23

Todo parece condenado a enturbiarse en Isofotón. Cuando ya parece que no puede haber más sorpresas surge un nuevo episodio que enreda todavía más este culebrón, que tiene como protagonistas fijos a los hermanos Serrano, sus 700 extrabajadores, la Junta, los administradores concursales y la jueza del mercantil número 2 de Málaga. Con la fábrica ya paralizada, prácticamente sin personal y enfilada hacia la liquidación, unos personajes hasta ahora secundarios han saltado a escena para propugnar un final alternativo al que parecía inexorable. Tres antiguos directivos de la compañía, en alianza con CC OO, quieren convencer a 240 extrabajadores para crear una sociedad anónima laboral que compre la fábrica y retome la actividad productiva. De esta manera, parte de la plantilla 'recompraría' su puesto de trabajo.

No sería una iniciativa inédita. En industrias en quiebra como Fagor o Dhul se está planteando la misma fórmula. Sin embargo, ha sido recibida con desconfianza por la plantilla de Isofotón debido a varias razones. La primera es que el proyecto se ha gestado a lo largo de bastantes meses sin implicar o siquiera informar al comité de empresa, que ayer dio una rueda de prensa para expresar sus reservas y exigir «transparencia» a quienes lo impulsan.

El segundo motivo para el recelo de los trabajadores reside en quienes están detrás de esta iniciativa. Se trata de tres ex altos cargos de Isofotón: el que fuera director de recursos humanos, Luis Raúl Rodríguez Cojo; el subdirector financiero, Marcos Aceña; y el director de compras, Vicente Mateos. Los tres fueron expedientados por la firma el pasado verano, siendo suspendidos de empleo -pero no de sueldo- tras ser acusados de actuar a espaldas de la propiedad. Su 'traición' había sido intentar convencer a los administradores concursales de que apostaran por un plan de viabilidad alternativo al que propugnaban los Serrano. Y su propuesta, por cierto, contenía cifras muy parecidas a las que aparecen en el proyecto de la 'nueva Isofotón', como la plantilla de 240 trabajadores.

Estos tres antiguos hombres de confianza de los Serrano han encontrado un aliado en CCOO, que tiene una representación minoritaria en Isofotón desde que hace unos años el comité de empresa renunció a sus siglas y fundó un sindicato independiente, TI (Trabajadores de Isofotón). El secretario general de la federación de industria de CCOO Andalucía, José Hurtado, y su responsable provincial, Pedro Extremera, se han implicado mucho en esta iniciativa. De hecho, el sindicato ha organizado la asamblea informativa de esta tarde, en la que se va a dar detalles del proyecto a la plantilla. Una asamblea que ha despertado recelos, ya que a los trabajadores se les pidió su firma y su DNI para poder asistir asegurándoles que no les vinculaba a nada, pero anteayer CCOO emitió un comunicado asegurando que 320 empleados se habían comprometido ya con la iniciativa.

Más dudas asaltan a los trabajadores de Isofotón. Una de las principales es el papel de la Junta en este proyecto. Sus impulsores aseguran estar en negociaciones con la Agencia Idea y Soprea, las dos empresas públicas personadas en el concurso, que serán probables herederas de numerosos activos productivos de Isofotón. Su idea es que la sociedad laboral que constituyan los extrabajadores compre las instalaciones y la maquinaria. Para ello proponen que cada uno de los 240 empleados que la constituyan aporte 6.000 euros. Eso haría un total de 1,44 millones de euros. ¿Aceptaría la Junta vender la fábrica de Isofotón por ese precio, teniendo en cuenta que ésta le debe 45 millones?

Por ahora, el Gobierno andaluz prefiere ponerse de perfil. Tanto el consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, como la delegada provincial del ramo, Marta Rueda, negaron públicamente conocer siquiera el proyecto cuando ya se habían producido dos reuniones entre sus impulsores y la Agencia Idea. En estos encuentros se presentó la iniciativa, pero «nada más» según fuentes de la Junta, que insisten en que a día de hoy «ni apoya ni bendice nada» y que todo depende de la resolución del proceso concursal.

Aun cuando esta idea recibiera el apoyo de la Junta, parece difícil que sólo con el dinero aportado por los trabajadores pueda levantarse de nuevo un gigante industrial como Isofotón. Lo cierto es que en un principio, y según fuentes consultadas, los exdirectivos de Isofotón contaban con un socio privado -asiático, al parecer-, que después se habría retirado.

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