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Marco Aceña y Vicente Mateos eran subdirector financiero y director de compras respectivamente.
«Isofotón fracasó por errores garrafales de sus dueños, pero puede ser viable»

«Isofotón fracasó por errores garrafales de sus dueños, pero puede ser viable»

«Nosotros no le pedimos ni un euro a la Junta, le ofrecemos mejorar sus posibilidades de recuperar lo que invirtió, pero para eso tiene que ser valiente»

Nuria Triguero

Miércoles, 21 de mayo 2014, 18:18

Marco Aceña y Vicente Mateos responden a esta entrevista después de toda una mañana atendiendo dudas de exempleados de Isofotón en la sede de CC OO. Los dos ex directivos (Aceña era subdirector financiero y Mateos, director de compras) están abrumados, pero no pueden perder tiempo: tienen hasta el próximo viernes para conseguir 240 firmas de trabajadores dispuestos a constituir una sociedad anónima laboral con la que comprar la fábrica y la marca de la compañía para la que trabajaban. A esta cita falta, por motivos personales, el tercer impulsor del proyecto, Raúl Rodríguez Cojo, ex director de recursos humanos.

-¿En qué momento se fragua este proyecto para refundar Isofotón?

-Marco Aceña: Cuando realizamos, como responsables de los departamentos de compras, financiero y de recursos humanos, el plan de reducción de costes que nos pidió la administración concursal el pasado verano. Nos dimos cuenta de que haciendo determinados ajustes, la empresa era viable. Pero algunos de esos ajustes no gustaron a la propiedad.

-¿Por eso les expedienta la empresa a ustedes y a Rodríguez Cojo?

-Vicente Mateos: Lo que pasó es que llegamos a la firme convicción de que había que cerrar las oficinas de Madrid, porque estaban en alquiler y no tenía sentido tenerlas abiertas con las instalaciones magníficas que hay en el PTA. Eso al parecer choca con los intereses de la propiedad, que deja de tener confianza en nuestra gestión y nos acusa de falsear datos.

-¿En qué momento la situación de Isofotón se vuelve irreversible?

V. M. : Aunque parezca increíble, a nosotros nos engañan. Yo entro en la empresa en febrero de 2012, y Marco en diciembre de 2011. Y en Isofotón hay un discurso fundamentado en que vamos a ser propietarios de parques solares en República Dominicana y Ecuador y gracias a eso vamos a vender muchos paneles. La directriz era aguantar las tensiones de tesorería porque van a empezar esos proyectos y se va a acabar el problema financiero de Isofotón. ¿Qué ocurre? Que esos proyectos nunca llegan. Y llega el preconcurso de acreedores, y luego el concurso, que decían que iba a ser «exprés», pero a los diez o quince días de presentarlo, llegan los abogados de la propiedad y nos dicen que la empresa va a liquidación. Ahí ya es evidente que no había viabilidad.

-El informe de la administración concursal hace pensar en una estrategia de impago sistemático desde la llegada de los Serrano. ¿La había?

-M. A. : Hay una estrategia clara por parte de la propiedad, de que una manera de conseguir financiación son los proveedores.

-¿Por qué ha fracasado Isofotón?

V. M. : Por un error garrafal en el plan comercial: hacía un solo tipo de producto dirigido a un mercado de bajo coste, cuando Isofotón no podía competir en precio. Y por hipotecar con compromisos políticos la compañía. No puedes asumir que vas a mantener 700 empleos durante tres años en un panorama convulso del sector.

-Se comprometieron a cambio de recibir mucho dinero público...

-Correcto. La pregunta es por qué, si no tenían un plan de negocio claro. Empezaron la casa por el tejado. La rentabilidad es el principio básico de la economía, y eso no se valoró en Isofotón, ese fue su error.

-¿Por qué un exempleado de Isofotón debe apostar por este proyecto?

V. M. : Es un proyecto sólido en la medida de que las energías renovables son un sector consolidado, es una compañía que lleva más de 32 años funcionando y para muchos trabajadores es su salida profesional natural, es lo que saben hacer. Las condiciones de riesgo son mínimas porque el planteamiento es invertir 6.000 euros de su indemnización por despido.

-¿Qué respuesta están encontrando entre la plantilla?

M. A. : Estos trabajadores están muy apaleados: han sufrido varios ERE y ERTE y se les deben varias nóminas. Y para muchos de ellos ésta es la última bala en la recámara. Lo normal es que tengan temor a que sea más de lo mismo. Pero obviamente, una sociedad laboral no es más de lo mismo. Se lo explicamos, y les enseñamos datos, porque no les pedimos un acto de fe: lo que proponemos está bien sustentado. La aceptación está siendo bastante positiva.

-Si consiguen reunir 240 socios, después tendrán que convencer a la Junta y a la administración concursal. Se antoja una tarea difícil.

-M. A. : Es importante que quede claro que nosotros nunca hemos dicho que la Junta apoya 100% el proyecto. Lo que nos dicen responsables de la Agencia Idea es que lo ven con buenos ojos y que necesitan conocer más detalles. Pero para seguir avanzando el primer paso es tener los 240 socios.

-¿Por qué a la Junta le conviene aceptar su propuesta?

-V. M. : La Junta es el acreedor que más derechos privilegiados tiene sobre bienes de Isofotón. Si entra en liquidación, esos bienes se subastarían y perderían casi todo su valor. Lo que le proponemos es preservar sus intereses porque le pagaremos 33 millones de euros a 13 años y, si el proyecto fracasa, la garantía para cobrar esa deuda es la fábrica entera, cosa que no tiene ahora. Creemos que es la mejor opción para que la Junta recupere su dinero. Y quiero recordar que no le pedimos un solo euro. Pero claro, apostar por este proyecto requiere valentía. Lo fácil sería conformarse con la liquidación de Isofotón.

-¿Cómo sería la nueva Isofotón?

-V. M. : La nueva Isofotón tiene un plan comercial que se sustenta en varios productos para diversificar el riesgo, y esos productos tienen más valor añadido a través de aplicaciones como las farolas solares. También recuperamos la energía solar térmica. Será una empresa más ágil, que mantendrá la vocación internacional.

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